Una cosa es lo extrañamente deliciosa que sabe una bebida cuando te la sirven en una bolsita con popote y otra muy distinta es que se quieran ver originales con sus envases y presentaciones que más bien terminan siendo incómodas.
Cuando los clientes recibieron sus tragos parecía que en el bar o restaurante se les terminaron los vasos limpios y tuvieron que improvisar algo en qué servirles. Pero hasta un simple vaso desechable — sí, sí, de los rojos — era mejor que cualquiera de estas 40 presentaciones ridículas de bebidas.