No hay verdadero hombre al que no le gusten los autos, y si tienes uno sabes perfectamente que invertir dinero en él es una pasión que nadie nos puede arrebatar.
Modificar tu auto es como un juego de niños pero siendo un adulto, pues te emociona cada cambio, lavarlo, perfumarlo y dejarlo listo para la “acción”.
Todo se hizo más presente cuando la franquicia de las películas Fast & Furious tomó fuerza y popularidad. En ella salían carros impresionantemente modificados, y eso nos hacía soñar con algún día tener uno, llevarlo a la cochera y pasar horas modificándolo.
Algunos hicieron sus sueños realidad, pero la manera no fue la correcta. De hecho, si Toretto estuviera frente a ellos seguro les patearía el trasero o mínimo les daría un puñetazo en la cara.
Mira por qué lo decimos: