La publicidad de comida suele ser muy engañosa, así que cuando pides algún platillo porque viste una foto que prometía un verdadero manjar, es mejor que no esperes mucho porque te llevarás una gran decepción, como la que vivieron estas 18 personas que hicieron su pedido esperando no solo saciar el hambre, sino tener una buena experiencia visual con sus alimentos, pero lo que recibieron estuvo muy lejos de ser algo agradable.