Los niños de ahora han crecido con todas las herramientas a la mano y aún así se aburren, mientras los que lo hicimos en la década de los 90 teníamos que ingeniárnoslas para divertirnos, creando en el mayor número de veces nuestros propios medios de entretenimiento.
Nosotros no teníamos teléfonos inteligentes ni tablets, a lo mucho algunos tuvimos una gigante y pesada computadora de escritorio que imposiblemente nos podíamos llevar al baño mientras hacíamos nuestras necesidades.
Si eres de esos que pasó su infancia leyendo la etiqueta del champú mientras estabas sentado en la taza del baño, o que le ponía un bote aplastado a la bici en la llanta de atrás… entonces este post te traerá muchos recuerdos buenos.