De la vista nace el antojo; pero aquí la publicidad exageró y luego descubrimos (decepcionados) que el aspecto real de estos platillos y postres era muy diferente; solo de verlos se te quita el hambre.
Con tal de vender sus productos, las cadenas de restaurantes y comercios de alimentos ponen mucho esfuerzo en que la comida luzca deliciosa en su publicidad; pero al comprarla, te podrías llevar una enorme desilusión. Estas son 20 imágenes que muestran el engaño más cruel que existe, entre lo que pagaste y lo que te dan. ¿Vas a querer papas extra con estos desencantos?