Lo más razonable cuando se trata de construir es consultar un experto, un ingeniero o un arquitecto. Pero cuando es tu amigo el recién egresado o tu padrino el arquitecto conservado en alcohol, será mejor que ingreses con cuidado a tu nueva casa.
Las siguientes son algunas de esas “libres interpretaciones” de la arquitectura, que solo el público conocedor entenderá como grandes obras, fruto de la inspiración de tu amigo el arquitecto amante de la cannabis: