Es cierto que el precio de las cosas está determinado por lo que la gente esté dispuesta a pagar, pero los precios de algunos artículos “de superlujo” son extremos y no se ven justificados de ninguna manera. Aun así, hay quien los compra (ricos y locos, principalmente).
Estos son 17 artículos tan caros y ridículos que solo aquel que tenga dinero para dar y regalar consideraría comprarlos. En otras palabras, son cosas tontas que los ricos compran. Ya sean objetos con incrustaciones innecesarias de piedras preciosas o chucherías sobrevaluadas, cada objeto tiene su propio encanto ridículo.