Aprovechando el furor por la película Toy Story 4 y el juguete-basura Forky, un mexicano hizo sus propias versiones del personaje, se puso a venderlos y se volvió famoso en las redes sociales.
El ingenio de los comerciantes ambulantes no tiene límites. Cuando hace calor te venden agua fría en los semáforos, si hace frío te venden café y, ahora que la fiebre por la cuarta película de Toy Story está en su apogeo, hubo uno que hizo negocio con un montón de tenedores decorados.
Toy Story 4 fue estrenada el 21 de junio y ya se ha convertido en una de las mejores películas, según la crítica. Gran parte de su éxito se debe al nuevo personaje Forky, el tenedor-cuchara que tiene una crisis existencial por no saber si es basura o un juguete o ambos.
Todos queremos tener un Forky, pero el precio del juguete oficial es ridículamente alto; llega a costar hasta 49 dólares. Es por eso las personas se han ahorrado mucho dinero haciendo su propio personaje casero o comprando versiones más económicas.
En la ciudad de Mérida, México, un hombre creó un ejército de Forkys hechos por él mismo. Al mismo estilo de Boonie, este vendedor hace los muñecos usando tenedores, limpiapipas, palitos de madera, plastilina y ojos de plástico.
Sus creaciones son prácticamente el mismo personaje de la película pero, a diferencia de los juguetes oficiales, sus versiones de Forky solamente cuestan 25 pesos. La imagen del vendedor se hizo viral y ahora todos pasan al cruce de la Avenida Canek y Avenida Mérida para comprarle un muñeco:
#Viral ¡El Forky yucateco! 👏👇
Un vendedor ambulante es tendencia en redes sociales por vender en $25 a #Forky, personaje de la película #ToyStory4.
Lo puedes encontrar en la Avenida Canek de #Mérida➡️ https://t.co/Er54nzrBS8 pic.twitter.com/5YnbPcOpPu— Diario de Yucatán (@DiariodeYucatan) July 2, 2019
Los mexicanos son expertos en productos que son lo mismo pero más barato y este caballero emprendedor, cuyo nombre aún no es conocido, es una muestra más de que cualquier cosa se puede convertir en negocio.
Así como Boonie, donde todos los demás veían pura basura, él vio un tesoro y la oportunidad de ganar dinero.