Esta pandemia actual que vivimos ha demostrado muchas cosas, entre ellas que existe gente con un corazón de oro que hace hasta lo imposible por ayudar a los demás. Y no solo estoy hablando de los doctores, enfermeras, y trabajadores de la salud que están al pie del cañón combatiendo el coronavirus, no, también me refiero a las personas que están intentando ayudar con lo que pueden, incluso si eso significa renunciar a sus posesiones más valiosas.
Tal es el caso de Shahnawaz Shaikh, un hombre de 31 años, originario de Malad, India, que vendió su preciada camioneta Ford Endeavour, la cual compró con mucho esfuerzo y sacrificio, para poder auxiliar a los más afectados por la pandemia.
Antes de decirles en qué aprovechó el dinero, me gustaría contarles la razón de su drástica decisión. Hubo un suceso en la vida de Shaikh que lo impactó y marcó de por vida. Ese mismo acontecimiento despertó en él las ganas de ayudar a su comunidad.
El pasado 28 de mayo, la hermana de su socio comercial, una mujer con 6 meses de embarazo, murió por Covid-19 a las afueras de un hospital, pues su ingreso fue rechazado. No solo eso, la mujer ya había sido denegada en otras 5 instituciones que no le pudieron brindar ayuda. Shaikh se enteró que la hermana de su amigo pudo haber sido salvada si hubiera recibido oxígeno a tiempo… Ese acontecimiento lo dejó todo claro.
El hombre pronto vendió su preciada camioneta y con el dinero compró algunos tanques de oxígeno, los cuales donó gratuitamente a otros necesitados. El 5 de junio Shaikh comenzó a distribuirlos y ayudó a más de 250 familias de pacientes de Covid-19.
Respecto a su decisión, este héroe sin capa está más que contento de haber podido ayudar a las personas que más lo necesitaban, y recuerda el momento exacto en que la muerte de esa mujer le cambió la vida por completo:
“Su esposo la llevó a cinco hospitales, pero ninguno estaba dispuesto a admitirla. Algunos dijeron que no tenían camas vacías para personas con síntomas de Covid-19. Otros no tenían ventiladores”, dijo Shaikh.
Luego de este lamentable suceso, comenzó a investigar y se dio cuenta de que muchos hospitales no tenían cosas básicas, como tanques de oxígeno, además de que estos eran muy escasos en la zona. Alguien tenía que hacer algo al respecto y él no se quedó de brazos cruzados:
“Un amigo mío me ayudó a contactar a un fabricante directamente. Se emocionaron cuando les dije que quería comprar los tanques y regalarlos. Fueron muy amables y me ayudaron mucho después de eso”.
Shaikh les contó que había vendido su camioneta para poder lograr el cometido, y a la empresa le encantó la historia y lo ayudaron en todo su proceso. Ahora bien, para poder solicitar un tanque, las personas sí tenían que pasar por un proceso que demostrara su necesidad, de esa manera no habría gente acaparando el material necesario.
“Hay solo dos cosas simples que les pedimos a las personas que llaman para solicitar un tanque de oxígeno: una es la recomendación de un médico, y dos, que alguien venga a recogerlo por ellos”, dijo el hombre, lo cual es muy entendible ya que él se quedó sin auto para poder repartirlos.
Obviamente existen casos excepcionales, como cuando toda la familia está en cuarentena, entonces un equipo de voluntarios es quien reparte los tanques sin costo alguno.
Y si le preguntan a Shaikh si le dolió vender su camioneta, tengan por seguro que la respuesta siempre será “no”. “No es difícil renunciar a cosas materiales para salvar la vida de alguien. Incluso si soy bendecido por una sola familia agradecida por este hecho, podré comprar cuatro autos de esos algún día”, concluyó este héroe sin capa.