Caballeros, no hace falta que les recuerde que la ayuda llega de todos lados, y que a veces las personas menos esperadas nos pueden sacar de un apuro, por lo que recomendamos siempre ser humanos con sus semejantes, así como un vagabundo ayudó a un hombre al que negaron la entrada a un lujoso restaurante por llevar sandalias.
Verán, Akbar Badshash quería celebrar el cumpleaños de su esposa, además de romper su ayuno en el primer día del Ramadán; así que él y su esposa Rozmin hicieron una reservación en el costoso restaurante brasileño Fazenda, en el centro de Spinningfield, Inglaterra. Para llegar ahí tuvieron que hacer un viaje de una hora desde su hogar, en Queenbury, Yorkshire, por lo que era un momento bastante especial y romántico para la pareja.
El problema fue que el esposo, de 36 años y oftalmólogo de profesión, no esperaba que le negaran la entrada por usar unas sandalias negras de plástico. Al principio su mujer se mostró molesta, pues en el hotel le había sugerido a su marido no usar ese calzado, pero al hombre no le pareció algo de importancia. Él recuerda:
El personal me dijo que desafortunadamente no podían dejarme entrar, y me preguntaron si no tenía otros zapatos. Les dije que no y que había manejado una hora para llegar al lugar, que tenía demasiada hambre.
Por fortuna, la ayuda estaba cerca de ellos: un indigente de nombre John, que estaba sentado junto a su perro labrador pidiendo ayuda. Akbar se acercó a él y comenzaron a conversar, John le comentó a la pareja que acababa de recibir un par de botas nuevas que le dieron en un albergue.
Tuvimos una breve plática y le pregunté a John ‘¿qué número calzas?’. Él me dijo que era talla 14, yo soy 9, y le dije ‘Estoy en un apuro, ¿me podrías prestar tus zapatos?’.
John inmediatamente respondió con un sí y se quitó su calzado sin pensarlo dos veces, negándose a recibir dinero por su amable gesto.
Él me dijo ‘Por supuesto, encantado de prestarte mis zapatos’, y se los quitó así sin más.
La generosa acción del indigente significó que la pareja pasara un maravillosa noche, tal y como la planearon. Al terminar, Akbar y Rozmin regresaron con John, le devolvieron sus botas y le dieron las gracias. Aunque intentaron darle dinero, como muestra de agradecimiento, el hombre se rehusó completamente, diciendo que estaba feliz de haberlos podido ayudar.
Le rogamos pero el no quería tomarlos. Yo le decía ‘por favor, te quiero dar este dinero’.
Pero, pareciera que el karma estaba del lado de John, pues en ese momento, un hombre, de aproximadamente 50 años, pasaba por ahí y escuchó toda la conversación, se acercó a donde el perro labrador, lo acarició, y estrechó la mano de John, dejándole un billete de 50 libras esterlinas, poco más de 63 dólares.
John no lo podía creer, era el karma ayudándolo. Aunque seguía diciendo que no quería nada, le di un gran abrazo y nos tomamos algunas fotos, pues quiero que la gente sepa que existe gente como él, me conmovió de gran manera.
Akbar dice que quedó en buscarlo muy pronto, y lo invitará a cenar, ya que no quiso aceptar su dinero.