El esfuerzo que algunos padres hacen por darle mejores condiciones de vida a sus hijos es enorme; pero algunas veces ellos no saben agradecer todo ese trabajo que realizaron para que tuvieran mayores oportunidades, o incluso los culpan de sus errores.
Afortunadamente este no es el caso, sino un ejemplo de lo agradecidos que debemos ser con nuestros padres, sobre todo en situaciones especiales, como el término de una carrera universitaria.
Raymundo Saldaña vive en Ciudad Victoria, Tamaulipas, México, y tiene más de 10 años trabajando como payaso, amenizando fiestas infantiles, otros eventos, y ha tenido algunas apariciones en la televisión local, por lo que es una persona conocida en su ciudad, con el nombre de “Raymundín Cara de Calcetín”.
Además, tiene un trabajo como despachador de gasolina en una estación de servicio, a donde acude maquillado como payaso, así que también es reconocido por esto, y ahora se ha ganado el corazón de las redes sociales, al conocer la historia que vivió recientemente.
Elizabeth, su hija, se graduó como licenciada en Desarrollo Infantil en la Universidad Internacional de América, pero desafortunadamente su padre no pudo acompañarla a la ceremonia porque tenía que trabajar.
Pero para agradecerle el esfuerzo que ha hecho para que ella pudiera terminar sus estudios universitarios, Elizabeth llegó hasta el lugar de trabajo de Raymundín “Cara de Calcetín”, todavía con su toga y birrete, y con su diploma en la mano.
Este encuentro provocó una reacción de ternura de parte de los usuarios de redes sociales, y no dudamos que más de uno haya derramado alguna lágrima con las imágenes, que afortunadamente alguien captó en video y compartió a través de Internet, y que fue replicado por varios noticieros.
Aquí lo tienes:
En una publicación que hizo en su cuenta de Facebook, Raymundín reconoció que no había podido estar en la ceremonia, pero comentó: “Ah, pero más tarde qué tal, eh”, con lo que dio a entender que cuando terminó con su jornada laboral siguió el festejo con su hija.
El gesto de Elizabeth deja ver que su padre ha sido bueno con ella, por eso le reconoce su esfuerzo, que no solo es emocional y económico, sino que seguramente le ha brindado un montón de risas. No hay nada mejor para un niño que tener a un payasito en casa.