Obviamente no se trata de decirte con quién puedes tener una amistad o no. Solo se trata de una guía sobre personas, las cuales, siempre es mejor tenerlas cerca para cuando se necesite y si es en una relación de amistad, mucho mejor. Ya te darás cuenta.
El biólogo evolucionista y autor de varios libros, Robin Dunbar, sostiene que el ser humano puede mantener cerca de 150 amistades, en promedio, a lo largo de su vida. Pero este término de “amistad”se utiliza vagamente, pues se refiere “a aquellas personas con las que tienes una relación personal, que es recíproca y en torno a obligaciones generales de confianza y reciprocidad”. Una “relación personal” puede significar muchas cosas – con tu vecino; el conductor del autobús que ves todos los días; hasta tu pareja.
¿Cuántos amigos necesita realmente un hombre? No es raro que en Facebook tengas cientos de “amigos”. Pero si somos honestos, solamente con una pequeña fracción de los que se encuentran en tu lista de contactos, considerarías la posibilidad de pasar tiempo con ellos. Por suerte para nosotros, existen investigaciones interesantes sobre esta cuestión.
Así que dentro de ese universo de 150 que tendrás a lo largo de la vida, hay círculos de relaciones más íntimas. Lo más cercano que puedes llegar es a un “círculo de amigos íntimos”. ¿Cuántos debes tener en ese círculo? Cinco. El ser humano promedio tiene (o debería tener) cinco amigos cercanos con los que se puede conectar, digamos, de forma regular. Puede variar por uno o dos, pero cinco parece ser el número exacto. Esto es especialmente cierto si ellos cumplen con diferentes roles en tu vida.
Estas personas hacen que la vida sea más fácil para ti y los demás. Sus fortalezas y talentos equilibran tus limitaciones y deficiencias, y obviamente tú debes ser lo mismo para ellos. Por esta razón, un grupo bien compacto de amigos, con diferentes tipos de talentos y personalidades dentro del mismo, va a enriquecer tu vida. Si tienes buenos amigos, de cualquier tipo, considérate afortunado. Pero si tu grupo incluye los siguientes 5 arquetipos, ¡entonces considérate muy afortunado!
1. El Mentor
Llega un momento (o muchos) en la vida de un hombre en el que necesita hablar con otro hombre y escuchar algunos consejos. Puede ser un compañero cuya sabiduría está más allá de sus años, pues siempre pensamos en un mentor como alguien viejo, pero no necesariamente es así; o bien, puede ser un hombre mayor con el que te reúnes en la iglesia. Como sea; la cuestión es que siempre necesitas a alguien a quien puedas recurrir cuando las cosas se pongan difíciles.
Nuestro cónyuge o pareja a menudo juega ese papel, ¿pero qué sucede cuando es precisamente la relación la que está causando problemas? ¿O cuando se trata específicamente de un problema de hombres? Hay cosas en la vida que son experiencias de varones solamente, y momentos en la vida de los que solo se puede hablar con otro varón.
Además de brindar consejos cuando sea necesario, el mentor también puede realizar una crítica constructiva cuando ve algo que no va tan bien en tu vida. Tal vez te has vuelto un poco arrogante con tu nuevo ascenso, o tu mentor te vio coquetear con la mesera del café, que por supuesto, no es tu novia. Más de un hombre se encogerá de hombros, pero tu mentor lo traerá a la mesa de discusión, porque en última instancia, quiere que seas un hombre mejor.
Este amigo no siempre puede ser tu compañero favorito en el mundo, pero es necesario, si no es que más que cualquier otra persona en esta lista. Él puede ser una mano que guía a través de tu mundo loco y a menudo confuso en el que vives.
¿Dónde encontrar el mentor? Papá, tíos, iglesia, organizaciones religiosas, organizaciones fraternales (masones, Caballeros de Colón, Elks Lodge, etc.).
2. Tu cómplice
Este amigo sirve para diferentes propósitos, dependiendo de la etapa de la vida en la que te encuentres.
Cuando estás soltero, este es el amigo que actúa como tu cómplice, tu socio; aunque no necesariamente en la forma en que se utiliza a menudo en la cultura popular el título de “compañero de ala” -el tipo que distrae o entretiene a la amiga de una mujer para que tú puedas hacer tus movimientos para acercarte a ella-.
Más bien aquí lo definimos en un concepto amplio: como el compañero que te da confianza cuando interactúas con el sexo opuesto. Dos es siempre mejor que uno, especialmente en situaciones sociales como fiestas, y tener a un cómplice, experto en estas cuestiones, hará que te sientas más ligero y menos estresado. A menudo se mezcla con todo el grupo y es carismático, por lo que el cómplice toma toda la presión que tú tienes y es él quien entabla las conversaciones, ya que es capaz de atraer a la gente y ponerlos ante ti con facilidad.
Ya con el grupo te hace sentir cómodo y les habla acerca de tus virtudes y logros, por lo que no corres el riesgo de quedar como engreído si tú mencionaras todos tus rasgos positivos. Cuando quieres dejar el grupo e ir a hablar con una chica linda, él es que el te empuja y te ayuda hasta que lo consigues. Tu cómplice es también el tipo que restaura tu confianza perdida después de una ruptura, y te da una patada para que te levantes del sofá y entres de nuevo en el mundo de las citas con mujeres bellas.
Después, cuando te casas, este es el compañero que sigue siendo el eterno soltero -el tipo que se aleja del altar más que ninguno de tus amigos-. En su rol, él es el único que no te permite olvidarse de los intereses y los amigos que tenías antes de casarte. Puede ser difícil darle todo el tiempo que este amigo necesita, una vez que tú ya te has asentado, y es aún más difícil cuando todos tus amigos también tienen otras responsabilidades, e incluso hijos. Las cosas tienen que ser planificadas con semanas de anticipación, siempre y cuando se tenga con quien dejar a los niños… puede llegar a ser un gran dolor de cabeza.
Así que cuando necesites a alguien para, simplemente, pasar el rato y ver un partido de futbol, el cómplice, tu socio, es la opción. Él es el que convence hacer pequeñas locuras o realizar un breve viaje por carretera para ver a su banda favorita. Te proporciona un disparo necesario de energía masculina, que no ha sido domesticada, a tu vida.
¿Dónde encontrar un amigo de este tipo? En la universidad; el trabajo; en el bar local.
3. El experto en reparaciones
Este es un término relativamente corto para todo lo que ciertos individuos saben acerca de reparaciones, mantenimiento, construcción y todas esas cosas. Este es el tipo de amigo que te puede ayudar con proyectos de mejoras en tu hogar; te puede decir cómo asar el filete perfecto; incluso te puede dar consejos para la negociación sobre ese coche que estás buscando comprar. Es similar a la amistad que te puede brindar el mentor, pero en lugar llenarte de conceptos filosóficos, él te dará consejos prácticos que pueden ser implementados en ese preciso momento.
Más allá de que te ayude con proyectos y reparaciones, el beneficio real de un amigo experto en estas áreas es que te puede enseñar un montón de cosas que él conoce y tú ni siquiera imaginabas. En lugar de dejar que lo re-baldosas del suelo del baño, insiste en que lo haces con su guía, por lo que puede ser un amigo personal de mantenimiento en el futuro.
Este es quizás uno de los tipos de amigos más valiosos que hay. Ten cuidado de no aprovechar al cien por ciento su amistad, ya que fácilmente puedes terminar simplemente pidiéndole que haga trabajos para ti, en lugar de tener un tiempo para divertirse y pasarla bien. También, si hace un trabajo para ti, o incluso aunque solo te ayude, asegúrate de agradecerle de alguna manera: invítalo a comer o a cenar, o comparte algunas cervezas con él, como una manera de decirle: “Realmente aprecio tu ayuda y es importante para mí no aprovecharme de todo lo que estás haciendo por mí”. Una nota de agradecimiento también podría ser un buen toque.
¿Dónde encontrar a este amigo? Entre tus vecinos; en una ferretería; en sitios de internet de fans de estos temas.
4. El deportista
Este puede ser el que menos prefieras de tus amigos. Puede correr maratones con facilidad. Puede ir en bicicleta durante kilómetros sin siquiera sudar. Se entrena para el Ironman e incluso lo disfruta. ¿La peor parte de todo esto? ¡Te invita a todas estas actividades y no deja de insistir hasta que digas que sí!
Tu amigo deportista te suplica que lo acompañes a dar un paseo en bicicleta -maratónico-, lo que te puede molestar cuando solo quieres quedarte en casa a holgazanear. Pero también es una dosis necesaria de inspiración en tu vida, ya que se asegurará que te levantes del sillón. Incluso si te niegas constantemente, sus invitaciones y su ejemplo te motivará -en algún momento- para que vayas al gimnasio por tu cuenta, o simplemente lo acompañarás porque te da confianza ir con él.
En algún momento tienes que decirle que sí a tu amigo deportista. Si no es por ti mismo, al menos por el bien de su amistad. Además, ¿qué es un hombre que dice que no a una oportunidad de ser mejor? Tu amigo (esperemos) entenderá que tu capacidad es menor, pues estás comenzando, y reducirá la velocidad para adaptarse a tu ritmo, así que no te preocupes. Si no es así, tendrás que decírselo, aunque esto sea contrario a lo que a su espíritu competitivo le esté diciendo. Exigir demasiado, a veces es tan malo como no hacer nada.
Tal vez no te guste, pero en algún momento le darás las gracias a tu amigo por desafiarte a salir y hacer alguna actividad física cuando solo querías quedarte en tu sofá, viendo televisión y comiendo papas fritas.
¿Dónde encontrar a este amigo? Claro, el gimnasio; alguna liga deportiva en tu barrio; en los parques; en pistas o las carreteras (busca al tipo de pantalones cortos que no está sudando).
5. El trabajador
La mayoría de los hombres pasan por lo menos 40 horas en la oficina cada semana, y es más cuando siguen trabajando a la hora del almuerzo, hacen horas extra, y todas esas veces que llegan más temprano porque son hombres que quieren hacer las cosas de una vez. Esto termina siendo casi la mitad de las horas de vigilia en una semana y a veces más. Para ser uno de estos hombres, necesitas un amigo en la oficina que te acompañe en este ritmo. No quieres desayunar solo todos los días, ¿verdad?
La belleza de esta amistad laboral es que puedes bajar tus expectativas un poco. Esto no es algo malo, ya que él no tiene por qué ser tu mejor amigo para el resto de tu vida: solo necesitas su ayuda durante la semana laboral. Y si tú lo quieres, siempre se puede llevar la amistad fuera de la oficina.
Este tipo de amistad puede ser difícil de conservar porque depende mucho de tu trabajo. Es posible que tu oficina esté en un ambiente solitario, o tal vez trabajes para una empresa en la que no le caes bien a nadie (en cuyo caso, debes cuestionarte si debes seguir ahí). Navegando por la jerarquía del mundo de los negocios, puede ser complicado; no es muy probable que puedas ser amigo de tu jefe en la oficina. Ellos dan resultados de rendimiento y puede ser que tengan que corregirte y disciplinarte, decidir sobre tu sueldo, ascensos, etc. Por ello, no es tan recomendable que trates de ser amigo de tu jefe; es preferible que respetes las jerarquías de la empresa.
Trata de encontrar a alguien que esté en un puesto similar al tuyo, o si tiene una responsabilidad mayor, que sea de un departamento diferente al tuyo. No tienen que ser los mejores amigos, pero encontrar a alguien para platicar a la hora del desayuno o mientras sacan copias, hará tu jornada laboral mucho más divertida, especialmente si te encanta tu trabajo.
¿Dónde encontrar a este amigo? Obvio, en la oficina; o también en una cooperativa; o en la cafetería local, si es que trabaja desde su casa o por cuenta propia.
¿Tienes algunos o todos estos tipos de amigos en tu vida? ¿Tienes un amigo en el que caben todos los anteriores?