Mientras tú sigues encerrándote en el baño para llorar porque ella solamente te quiere como amigo, este hombre decidió superar la traición de su esposa y se convirtió en un ejemplo a seguir.
Ian Usher, de 44 años, es un hombre de Inglaterra que disfrutaba su matrimonio, ganaba bien gracias a su tienda de alfombras y la vida le sonreía. Pero un día todo eso acabó, cuando el amor de su vida lo abandonó por otro. Ese fue el fin de la casa Usher.
Ian se quedó solo y sufrió depresión durante dos años. Pero como dicen, no hay mal que dure 100 años. Poco a poco él comenzó a recuperar el ánimo y un día quiso darle otro giro a su vida, pero esta vez sería por decisión propia.
Para empezar, sabía que necesitaría dinero y también quería deshacerse de todo lo que le recordara a su ex. Así que para matar dos pájaros de un tiro, subastó todas sus pertenencias en eBay, incluida su casa.
La subasta comenzó con un dólar y la cantidad fue subiendo hasta alcanzar los 22 millones de dólares. Parecía muy bueno para ser verdad y este caballero descubrió que los troles de internet se estaban divirtiendo a costa suya, porque en realidad nadie compró sus pertenencias.
Con ayuda de un asesor de bienes raíces, Ian bajó sus expectativas y logró vender su casa y posesiones en 300,000 dólares. La primera fase de su plan estaba completa y llegó el momento de pasar a la siguiente etapa: divertirse.
Empezó a viajar por el mundo para hacer todas las cosas que se le antojaran. Mientras el cumplía sus sueños, las personas alrededor del globo conocieron su historia; hasta le daban hospedaje para que no gastara dinero en un hotel y pudiera continuar sus aventuras. Estuvo en más de 30 países e hizo de todo:
Tenía miedo a las alturas, pero hizo un salto bungee
Buceo con ballenas
Experimentó la gravedad cero
Caminó sobre el ala de un avión
Se tapó un tatuaje que le recordaba a su ex
Sus desafíos lo pusieron en forma
Conoció a su héroe emprendedor, Richard Branson
Richard lo animó a seguir con su aventura y, con esa motivación, Ian siguió su viaje. Un día conoció a Moe, una madre soltera canadiense con dos hijos, de quien se enamoró al instante. Ella lo apoyó a compartir su historia con el mundo y publicar un libro llamado Vida Vendida.
El texto fue un éxito de ventas y los derechos del mismo fueron comprados nada menos que por Walt Disney. En menos de lo que esperaba, Ian pasó de ser un hombre abandonado, a viajero intrépido y luego a ser el dueño de una isla en el caribe de Panamá.
Pero cuando se fue a vivir a su propiedad su nueva novia no se sentía cómoda con el estilo de vida de ermitaños y también lo abandonó. Ian pasó otros dos años en soledad hasta que su mejor amiga, Vanessa, fue a visitarlo.
A los 60 años y viviendo solo en una isla Ian encontró al amor de su vida. Pero creyó que todavía debía seguir más adelante. Vendió su isla y ahora se dedica a dar conferencias motivacionales en muchos países. No tiene una residencia fija, pero aprendió que no necesita un domicilio para disfrutar de la vida.
Ian es un ejemplo de que las caídas son inevitables, pero que cada fiasco también es una oportunidad para levantarse. Se ganó todo nuestro respeto.