Jamie Brooks tiene 31 años y luce como cualquier tipo normal, pero hace apenas poco tiempo, su mejor amigo, Neil, lo llamaba “maldito gordo” todos los días (y tenía razón en hacerlo), por lo que decidió poner manos a la obra y transformar su cuerpo.
Este hombre es chef, pues empezó a trabajar en una cocina desde los 14 años, pero también empezó a comer en demasía, quizás alentado por ese dicho de: “no confíes en un chef flaco”… pero los tiempos han cambiado y sabemos que esa frase no aplica.
Desde los 14 años empezó a adquirir malos hábitos alimenticios, como estar “probando” la comida a cada instante en la cocina en la que trabajaba; salía de noche a consumir más comida y alcohol; y tomaba una buena cantidad de bebidas energéticas durante el día.
A los 30 años ya tenía un peligroso peso de 228.5 kilos… por lo que Neil, de 46 años, ya se encontraba muy preocupado, sobre todo al ver que parecía que a este hombre nada lo haría cambiar de hábitos.
Para hacerlo entrar en razón, Neil diseñó un “modelo especializado” de ayuda, basado en mensajes de texto, que incluía, durante seis semanas, escribirle a Jamie y decirle cositas como: “Maldito gordo”, o cosas bellas como: “Morirás a los 40”.
Claro que él no estaba seguro de que esto funcionaría, pero afortunadamente para ambos, parece que algo se movió en el chef, lo que lo llevó a motivarse para cambiar sus hábitos y bajar de peso.
¡Y lo logró en un año!
“Me tomó seis semanas completas para motivarme a hacer algo, pero estoy muy contento de haberlo hecho. Neil me ha salvado la vida; no puedo agradecerle lo suficiente”.
Así es, pues no solo se trataba de perder tallas, sino que con ese peso estaba en juego también su vida como pareja y por supuesto, su vida.
En un año no solo su cuerpo se ha transformado de forma sorprendente: ahora ya tiene una pareja; una chica llamada Melanie Mulley, y admite que “nunca había estado tan feliz”.
“Nunca hice planes para el futuro, ya que siempre pensé que estaría muerto a una edad temprana; pero ahora estoy sano y tengo una novia increíble. Soy un hombre nuevo”.
El siguiente paso para Jamie ahora es la cirugía para la piel que quedado colgando luego de la pérdida de peso, y mantener su régimen libre de grasas, comiendo frutas, verduras y algunos batidos.
Afortunadamente esto hombre no tomó como ofensa lo que su amiga le decía, al contrario, lo vio como una oportunidad de impulsarse y lograrlo.
¡Bien hecho!