¿Qué te parecería ser amigo de Leonardo DiCaprio? Suena muy bien, ¿no? Pues no. Y es que debe haber muchos aspectos positivos para entablar esta amistad, pero también existe un peligro inminente de muerte…
En una reciente entrevista con Wired, la superestrella de Hollywood reveló la magnitud de sus muchos roces con la muerte:
“Mis amigos me han nombrado como la persona con la que menos quieren realizar aventuras extremas, porque siempre parezco estar muy cerca de ser parte de un desastre. Si como un gato tengo nueve vidas, creo que ya he usado unas cuantas”.
Un gran tiburón blanco saltó a mi jaula cuando estaba buceando en Sudáfrica. La mitad de su cuerpo estaba en la jaula, y quería morderme. Ellos (sus acompañantes) dejaron las tapas abiertas y tenían una línea de regulación de corriente a la superficie. Luego saltaron al agua con un atún. Una ola vino y el atún salió volando por el aire. Un tiburón saltó y agarró el atún, y la mitad de su cuerpo aterrizó dentro de la jaula, conmigo. Como pude me fui al fondo de la jaula y traté de permanecer acostado. El gran tiburón blanco empujó en la jaula unas cinco o seis veces, a un brazo de distancia de mi cabeza. Los chicos dijeron que nunca ha sucedido nada parecido en los 30 años en los que se han dedicado al buceo… [El tiburón] se volteó y luego salió por sí mismo. Lo tengo en video. Es una locura”.
Desafortunadamente este video no ha sido revelado.
Pero esto no es todo…
“Estaba en un vuelo de Delta Airlines a Rusia. Iba en clase de negocios, y un motor explotó enfrente de mis ojos. Fue justo después de que ‘Sully’ Sullenberger aterrizó en el Hudson. Yo estaba sentado, mirando, y el ala entera estalló en una bola de fuego. Yo era el único que miraba hacia afuera en el momento en que la turbina gigante explotó como un cometa. Fue loco. Cerraron todos los motores durante un par de minutos, por lo que estábamos sentados, deslizándonos sin ningún sonido, y nadie en el avión tampoco decía nada. Fue una experiencia surrealista. Comenzaron a operar los motores de seguridad, e hicimos un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto JFK”.
¿Qué? ¿Todavía quieres ser amigo de DiCaprio? Tal vez esto ahora sí te convenza:
“El otro fue un incidente de paracaidismo. Fue un salto en tándem. Tiramos del primer paracaídas. Se enredó arriba. El caballero con el que salté, lo cortó para liberarlo. Estuvimos en caída libre durante unos 5 a 10 segundos. Yo ni siquiera pensé en el paracaídas extra, así que creí que estábamos cayendo en picada hacia nuestra muerte. Tiró de la segunda cuerda, y se enredó demasiado. Se siguió sacudiendo y agitando en el aire, y todos mis amigos, ya sabes, los sentía como a media milla por encima de mí, y yo estaba cayendo en picada hacia la tierra. Y finalmente se abrió en el aire. La parte divertida fue cuando dijo: ‘Probablemente te vas a romper las piernas al aterrizar, porque vamos demasiado rápido’.