La vida nos puede presentar grandes retos, que en ocasiones los vemos como imposibles, pero la cuestión es no rendirse jamás y saber adaptarse a las nuevas circunstancias para seguir haciendo lo que nos apasiona. Tony Thogmartin tiene 25 años y es un apasionado de los deportes extremos, pero esa pasión lo llevó a sufrir un accidente mientras practicaba snowboarding, que lo dejó con la espalda destrozada y sin movilidad en la parte inferior del cuerpo.
La vida de Tony era como la de cualquier joven al que le gustan las emociones fuertes, y siempre ha manifestado que lo que realmente le gusta es el skate, en cualquiera de sus manifestaciones, pero tras el accidente que sufrió en 2017 todo cambió, pero eso no fue suficiente para alejarlo de lo que ama. La mayoría pensaría que al no tener movilidad en sus piernas su carrera había terminado, pero para este hombre solo se trata de un reto más.
Se dio cuenta de que en su silla tenía ruedas, y bueno, el resto fue cuestión de aprender a dominar los movimientos y arrojarse a las pistas y rampas para intentar los más arriesgados trucos. Después de dos años de estar entrenando ya es un atleta profesional en esta área e incluso tiene patrocinadores y toda la cosa. Esto le ha ayudado a continuar con su vida y su pasión, porque los entrenamientos tres a cuatro veces a la semana lo mantienen muy ocupado.
Estaba haciendo snowboard con unos amigos. Di un salto torpemente y caí de espaldas, al instante perdí la sensibilidad debajo de la cintura. Sabía que algo no andaba bien y tenía mucho dolor. Era un novato en el snowboard en el momento de mi accidente y recién me estaba iniciando en el deporte.
-Tony
Estuvo en el hospital durante 40 días y también aprendió a manejarse en su silla de ruedas. Tan solo un año después del accidente se lanzó a las rampas, después de ver a varias personas que se dedicaban al skate en silla, y consideró que esta era su oportunidad para seguir disfrutando de esa sensación de libertad y adrenalina que lo invade cuando patina y se ha convertido en un ejemplo de que nunca hay que rendirse.
Entreno en el skatepark tres o cuatro veces por semana, pero es más que solo patinar. Los otros días hago algún tipo de acondicionamiento corporal como entrenamiento con pesas o cardio. Cuando estoy en un skatepark todos se detienen y miran asombrados. Me pone muy nervioso, pero lo he aceptado y tienen razón en mirar, es bastante loco.
-Tony
Su silla fue diseñada por Colours, una empresa especializada en Corona, California, con una suspensión y ruedas especiales para permitirle a Tony hacer sus trucos y minimizar el riesgo de alguna caída, aunque Tony, sobre todo después de lo vivido sabe que al practicar este tipo de deportes el tener un accidente es algo latente y que como él, se debe afrontar y seguir adelante con la vida, como todo un campeón.