Si ves un anuncio en el que viene un teléfono para pedir comida, simplemente marcas… sin pensar si ese número está equivocado; y es cierto, puedes ocasionar molestia en quien tiene que recibir la llamada, pero lo mejor es tomarlo con humor.
Esto fue lo que pasó entre dos tipos: uno, buscando tacos, y el otro, recibiendo llamadas equivocadas, o al menos eso pensaba el muy… olvidadizo… aunque al final, todo tiene un desenlace sorprendente…
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¿Quién puede saberlo? Tal vez de esto surja una buena amistad…