Juguemos un simple juego de asociación de palabras: al decir “relojes”, seguramente la primera palabra que te viene a la mente es “Rolex”.
La marca Rolex está tan arraigada en la mente de gran parte del mundo, que es difícil creer incluso que los relojes existieran antes de que el austriaco Hans Wilsdorf fundara la compañía en el año 1900.
Ahora es la empresa relojera más poderoso en el mundo, ocupando constantemente la parte superior de las listas de las empresas más respetadas del mundo.
Rolex no ha revelado sus cifras de ventas, pero los expertos estiman que venden aproximadamente 1 millón de relojes al año, probablemente más que cualquier otro fabricante de relojes de lujo.
¿Pero cómo es que Rolex se ha convertido en el indiscutible maestro de la relojería? Según Ben Clymer, fundador y editor ejecutivo del sitio para fans de los relojes, Hodinkee, Rolex ha construido su marca gracias a una innovación increíble, un nombre que representa una calidad sólida como una roca, que ha contado con el apoyo de varios de los personajes más famosos del siglo XX.
Básicamente: “Rolex es Rolex por una razón”, dice Clymer.
Innovación tras innovación
La fama de Rolex no es un accidente. “La innovación en el área de la fabricación de relojes es lo que tiene a Rolex en el lugar que tienen hoy”, señala Clymer.
Para cimentar este éxito, Rolex inventó: el primer reloj a prueba de agua; el primer reloj de cuerda automático; el primer reloj con fecha; y (posiblemente) uno de los primeros cronómetros de conducción.
Antes de que los relojes se convirtieron en el artículo de lujo que son hoy, eran herramientas. Estas innovaciones han hecho que estos relojes sean más utilizables.
El mecanismo de carga automática permite al usuario evitar tener que darle cuerda al reloj cada noche; el ser contra el agua permite a un buzo usar un reloj y medir el tiempo de sus inmersiones; y un cronómetro de conducción permite a los conductores de coches de carreras dar sus vueltas con precisión.
Estas innovaciones también hacen que sea más fácil usar un reloj todos los días. “No serías capaz de lavarte las manos con un reloj [si no fuera contra el agua]”, subraya Clymer.
Una reputación de calidad
Además de estas innovaciones en la relojería en la primera mitad de la década de 1900, Rolex ha desarrollado una reputación de fiabilidad, basada en su calidad.
Para que todas estas innovaciones funcionen, y para que los relojes operen como las herramientas que se pretende que sean, los relojes tenían que ser los mejores. Es importante recordar que estos no eran artículos de lujo, como hoy en día.
“Si fueras un buzo de la Marina de guerra y quisieras algo que dure para siempre y te sirva como una herramienta, que sobreviva a 100 metros bajo el mar [comprarías un Rolex]”, dice Clymer, y agrega, “debido a que funciona”.
Probado por nadadores; aprobado por nadadores
La innovación y la calidad es buena, pero no hace ningún bien a menos que los clientes potenciales sean conscientes de ello.
En 1927, Wilsdorf se acercó a Mercedes Gleitze, la primera mujer en nadar el Canal Inglés (y la primera persona en nadar por el estrecho de Gibraltar), y le pidió que usara el nuevo reloj Rolex Oyster, a prueba de agua.
La nadadora estuvo de acuerdo y lo llevó alrededor de su cuello durante un intento de nadar el canal.
“Esta mujer, que entonces era fotografiada para la primera página del periódico todos los días, llevaba un Rolex alrededor de su cuello”, destaca Clymer.
A pesar de que no completó la travesía en ese intento, el estatus de celebridad de Gleitze catapultó el nombre de Rolex en la conciencia pública, y la marca fue capaz de hablar por el hecho de que el reloj marcaba el ritmo, incluso después de haber sido sumergido en agua fría durante horas. Este gran aumento de la conciencia de marca y la opinión del público hizo crecer a Rolex.
Y no solo esta nadadora utilizó un Rolex, sino que la lista de grandes personajes es amplia, y muy diversa:
Desde los Rolex revolucionarios del Che y Fidel Castro…
A los Rolex de James Bond…
Es más, ¡hasta Iron Man tiene un Rolex!