Los hombres hacemos cosas extrañas cuando bebemos, y este neozelandés vendió su auto estando borracho para poder seguir con la fiesta. Para poder comprar más alcohol, este hombre vendió su automóvil por 580 dólares, sin embargo al día siguiente lo reportó como robado a la estación de policía de Rotorua.
Pero, el comprador del vehículo también se reportó a la policía, al revisar el historial del automóvil en el sitio CarJam, recibió una alerta del robo del mismo así que decidió entregarlo a la policía y explicarles lo que había pasado.
El Sargento Dennis Murphy reportó este caso al NZ Herald comentando que:
Por suerte, el hombre que compró el carro revisó el registro al día siguiente en el sitio de CarJam y se percató de que el auto podía ser robado.
El sargento continúa describiendo la situación:
El hombre vino a la estación con el carro y nos avisó de lo que había pasado. Fuimos capaces de comunicarnos con el dueño original y les pedimos que arreglaran el problema entre ellos.
Ya estos sujetos pudieron arreglar la situación del automóvil lejos de la policía; mientras tanto, este suceso queda como una lección de las cosas que no se pueden hacer borracho, y se agrega a la lista junto a no llamar a tu ex, mandar mensajes a tu jefe o hacerse un tatuaje.
La policía aconseja que, además de no manejar cuando se bebe alcohol, las personas deberían intentar no vender sus autos en estado de ebriedad.