Sus compañeros lo llaman “abuelo” y es porque Shinobu Fukushima, de 61 años de edad, ha salido del retiro para ser portero de la selección japonesa de hockey sobre hielo en los Juegos de Invierno de PyeongChang. A pesar de haberse retirado hace cuatro años, se volvió a poner el uniforme de su selección para participar por cuarta vez en unos juegos olímpicos, debido a la falta de jugadores para suplirlo:
Tenía el sentido del deber de regresar. Necesitaban ayuda y se acercaron a mí. Yo tenía un sentido del deber. Pensé que podía dejárselo en manos de los jóvenes.
En los juegos de Vancouver 2010, el equipo de Japón consiguió la medalla de plata, sin embargo, estas paralimpiadas fueron muy diferentes, pues Japón perdió sus cinco partidos y el portero veterano recibió 28 goles.
Su inicio como deportista se vio marcado por un accidente de motocicleta, a los 24 años que le lesionó la columna vertebral. Después de esto, Fukushima perdió el uso de sus piernas.
Tenía un pasado jugando de forma amateur como portero en un equipo de futbol, y desde su accidente se dedicó por un tiempo al baloncesto en silla de ruedas y luego se interesó en el parahockey sobre hielo, en 1996.
Seis años después debutó como portero de la selección en los Juegos Paralímpicos de Salt Lake City 2002, y después de ganar la medalla de plata, en el 2010 recibió varios reconocimientos por parte de las autoridades japonesas.
Fukushima es toda una celebridad en Japón y a pesar de en promedio, los jugadores tienen una edad de 40 años, el no se piensa retirar pronto de este deporte.
Ahora que ha salido del retiro ha confesado que no piensa retirarse pronto, cuando le preguntan que cuándo piensa dejar de jugar, él contesta que a los 101 años.