“Feo, fuerte y formal”, así decían que debería ser un hombre desde principios del siglo pasado; sin embargo, los estereotipos han cambiado, pero ser macho alfa ha prevalecido.
“El carácter de un hombre se conoce por sus conversaciones”: Menander. “La ropa hace al hombre. La gente desnuda tiene poca o ninguna influencia en la sociedad”: Mark Twain. Esas y muchas más frases intentan describir a un varón.
Sin embargo, hay algunos rasgos muy particulares que identifican al género masculino. Entre las diferentes culturas estos conceptos probablemente varíen, pero hay algunos que nunca cambian, para bien o para mal, y aquí te presentamos las características vitales de un verdadero hombre.
1. Físico
Las habilidades y fuerza física con un distintivo inequívoco de todo gran varón, ya sea en los deportes, pelea mano a mano y cualquier competencia. Podrá sonar algo primitivo, pero el físico ha sido uno los principios de auto preservación, preferencias para emparejarse y aparearse.
Así lo decía el inolvidable Muhammad Ali:
“Sólo un hombre conoce lo que es ser derrotado hasta el fondo de su alma y sacar esa onza de poder extra necesaria para ganar cuando la pelea está empatada”.
En cuanto a la preservación de la especie humana, la salud y virilidad de un hombre influyen para ser candidato idóneo para ser compañero y aparearse con el sexo opuesto. La fuerza y estatura también son importantes actualmente para socializar y también en el mundo de los negocios. y de los negocios.
2. Funcional
Desde tiempos memorables, el hombre ha tenido que actuar como un proveedor de aquellas personas que dependen de él, ya sea de la propia familia o hasta su tribu en tiempos de las cavernas.
Por siempre ha utilizado su sabiduría, ambición de triunfo, ser práctico y sobre todo su habilidad física para alcanzar sus metas. Su rol de “el que gana el pan” impulsa al hombre a alcanzar sus objetivos.
3. Intelectual
En el desarrollo de la masculinidad, la educación y adquisición de conocimientos resultan fundamentales, más allá de los presentimientos al momento de tomar decisiones.
A los hombres al usar la razón y la lógica son capaces de ver circunstancias de forma más objetiva y responder adecuadamente a ellas, de forma racional.
Ellos deben usar más sus capacidades intelectuales que las emociones o su intuición, pues en ocasiones las situaciones ameritan actuar de manera rápida.
4. Sexual
En los hombres el deseo de independencia y libertad siempre ha sido un rasgo más allegado. De hecho, al hablar de una relación de pareja, el varón se percibe como al que menos le afecta. Se acepta más que un hombre se mantenga soltero en una edad tardía, contrario a la mujer.
Al buscar pareja, se percibe al varón como el agresor, en donde también pretende sus intereses. Es ahí donde el cortejo es importante, tal como ha sido en tiempos antiguos como en la actualidad.
Esa imagen de la independencia del hombre hasta puede se glorificada en algunas culturas; por eso antes de casarse el varón debe reconocer los retos que le esperan y requiere un fuerte compromiso del hombre como de la mujer para que duren en pareja.
5. Emocional
Un verdadero hombre debe manejar sus emociones sin dejar que éstas influyan en él, no importa la circunstancia en la que se encuentre.
Esa habilidad para comprimir esos sentimientos permite a los hombres desarrollar habilidades para salir adelante. Así podrá tomar decisiones racionales en una situación pequeña como en algo mucho más grave.
Por eso se recomienda que todo hombre cuente con alguien en quien confiar, como un amigo, hermano, mentor, para bajar la guardia de vez en cuando y evitar que el estrés explote y lo consuma.
6. Interpersonal
Dar ordenes y disciplinar son funciones comunes de los hombres, pero debe hacerse con liderazgo más que como opresor, sin dominar a los demás en favor de intereses personales, sino tomar la iniciativa y actuar en bien de los otros.
Así lo decía Napoleón Bonaparte:
“Un hombre de verdad no odia a nadie”.
En la familia, el liderazgo que un padre puede ejercer es importante al momento de poner orden en la casa.
7. Otros
La ambición, el orgullo, el honor, la competitividad y el sentido de la aventura son algunas de las características que se le atribuyen a los verdaderos hombres.
Cada varón debe conocer sus fortalezas y debilidades y hacer el mejor uso de sus características vitales. Por intereses personales o por el bien común, estas cualidades siempre deben hacerse presentes.
El científico e inventor Alexander Graham Bell también tenía su propio concepto:
“El hombre más exitoso al final del camino es aquel en quien las victorias se dan gracias a su continuo crecimiento… Es este el hombre que avanza lentamente, con cuidado, paso a paso, con su mente abriéndose a cada paso -haciéndose así más apto para abordar cualquier situación o tema- perseverando en lo que sabe que es práctico, y concentrando su pensamiento en ello, tendrá el mayor éxito”.
De esta manera, tenemos la oportunidad de consolidarnos como todo un varón, un macho alfa irresistible para cualquier mujer, hasta la más exigente, y responder a cualquier reto que se presente y salir victoriosos.