Dicen que el ciclo normal de la vida es que los padres cuiden de los hijos y que cuando lleguen a la vejez, ahora sean los hijos quienes los cuiden y apoyen, pero el caso de este director de cine será muy diferente.
Con nueve grandes películas en su carrera, Quentin Tarantino no solo goza de la fama, sino que también cuenta con una fortuna valuada en 120 millones de dólares. Cualquiera pensaría que eso es suficiente para cuidar de su madre, pero este excéntrico cineasta reveló que no piensa compartir ni un centavo de su éxito con la mujer que lo trajo al mundo.
Hasta este momento cualquiera pensaría que es un hijo ingrato y desagradecido. Sin embargo, el genio detrás de cintas como Kill Bill, Pulp Fiction, Django y Once Upon a Time in… Hollywood explicó que esto se debe a que su mamá nunca apoyó sus sueños como escritor.
En una entrevista con Brian Koppelman, el director reveló que cuando era niño, su mamá, la enfermera Connie McHugh, desalentaba su pasión por escribir obras de teatro y guiones de cine. Siempre que los profesores de Tarantino lo regañaban por “perder el tiempo” escribiendo, su madre se ponía del lado de ellos y le decía a su hijo que la carrera de escritor era algo inútil.
Cuando finalmente llegó a la cima del éxito, Quentin recordó todas esas ocasiones que su madre lo desanimó y decidió que si ella no creía que ser escritor tendría beneficios, entonces ahora no tendría por qué darle ningún beneficio de sus logros.
Pero no piensen tan mal de este director. Cuando dijo que no compartiría su fortuna, se refiere a que no le compraría una casa o un auto de lujo a su madre, pero sí la ha ayudado económicamente. Incluso en una ocasión tuvo que pagar para sacarla de un aprieto con el Servicio de Impuestos Internos (IRS) de Estados Unidos. Este es un fragmento de la explicación que dio Quentin en la entrevista.
En medio de su pequeño ataque, dijo: Ah, y por cierto, esta pequeña ‘carrera de escritor’ — con las comillas de los dedos y todo — ¿Esta pequeña ‘carrera de escritor’ que estás haciendo? Esa porquería se acabó — Cuando me dijo eso de esa manera sarcástica, yo le dije: Está bien, señora, cuando me convierta en un escritor exitoso, nunca verás ni un centavo de mi éxito.
No habrá casa para ti. No hay vacaciones para ti, no Cadillac de Elvis para mamá. No obtienes nada, porque dijiste eso. Sí la ayudé con un problema con el Servicio de Impuestos Internos, pero sin casa, sin Cadillac. Hay consecuencias por tus palabras al tratar con tus hijos. Recuerda que hay consecuencias por tu tono sarcástico sobre lo que es significativo para ellos.
Con estas revelaciones, Quentin se ganó muchas críticas, pero para él simplemente se trata de cosechar lo que siembras y si él no recibió ningún apoyo por parte de su madre, tampoco se siente obligado a compartir con ella los frutos de su propio esfuerzo.
Apoyar las pasiones de los hijos es más importante de lo que creemos porque solamente ellos decidirán qué tan alto quieren llegar y solo el tiempo dirá si sus fantasías y sueños se harán realidad.