Con el 76,66% de votos a su favor, el pasado marzo Vladimir Putin había ganado las elecciones a la presidencia de Rusia y finalmente hoy ha tomado posesión apostando por el continuismo político y prometiendo mejorar la calidad de vida de sus conciudadanos.
En su discurso, Putin refirió a Rusia como un ave Fénix, la criatura mitológica que siempre resurge de sus cenizas:
Rusia se ha enfrentado más de una ocasión a periodos difíciles e inestables, pero siempre ha sido capaz de resurgir como si se tratara del ave Fénix, y alcanzar las alturas imposibles para los demás, consideradas inalcanzables.
Putin, que ha estado en la presidencia de Rusia desde el año 2000 asumió su cuarto periodo prometiendo que en esta ocasión mejorar la calidad de vida de todos los rusos será su prioridad número uno, también lo será continuar con las políticas y propuestas de su pasado periodo.
Durante su investidura, en el Kremlin, Putin mencionó muchas veces la idea de “Proryb” un concepto que se traduce como “un paso adelante”, un crecimiento económico para la solidificación de Rusia como una potencia mundial.
A pesar del crecimiento de Rusia en los últimos años, Putin sabe que el país aún no se ha recuperado de la última crisis en los años noventas:
No todas las heridas históricas han cicatrizado, no todas las pérdidas y dificultades han sido superadas.
Es por ello que Putin se dará a la tarea de resolver estas dificultades, una por una, inclusive las más complicadas. El cuarto periodo presidencial concluirá en el año 2024, cuando se termine, Putin tendrá 71 años de edad.