Por lo regular, llevar a cabo toda una sesión de aseo se limita a lo más indispensable; y ya sea por las prisas o por desconocimiento, utilizamos los diferentes productos de manera espontánea sin intentar sacarles el mayor provecho.
Por eso aquí te presentamos algunos consejos que te ayudarán a aprovechar mejor tus productos preferidos, a fin de que duren más tiempo.
1. Crema contra los efectos de la mañana
Al enfriar tu rostro con crema hidratante, actúa como una compresa fría y baja la temperatura de tu piel para combatir los síntomas comunes de la mañana, como enrojecimiento, inflamación y los ojos hinchados. De hecho, muchos productos de aseo personal poseen un potencial sin explotar, los cuales puedes ayudar a funcionar mejor, durar más, y con un funcionamiento óptimo.
2. Corta tu crema de afeitar
Antes de su próxima afeitada, trata de usar solo dos tercios de la cantidad normal de crema de afeitar, una porción del tamaño de un dólar de plata. Colócala en tus manos y luego salpica un poco de agua, luego sigue agitando la espuma.
Te encontrarás con una espuma ligera, que saldrá más fácil; así dejarás que la hoja de corte esté más cerca de la piel, dando como resultado un afeitado más preciso y una mayor duración de la botella de crema.
3. Almacena tu fragancia
La colonia no envejece como el vino, se vuelve mala después de algunos años. Así que a tirar tus viejas y polvorientas botellas y conserva las nuevas fragancias en un lugar seguro y oscuro. La luz y el calor descomponen la fragancia y arruina su aroma. Así que guárdalas en un armario alejado de la luz y el calor, con respiraderos directos y obtendrá otro año con tus aromas favoritos.
4. Cuida tus rastrillos
El lugar más común para almacenar los rastrillos o maquinas de afeitar -boca abajo- es en la ducha, pero también pasa a ser el peor lugar posible. La humedad hará que sus navajas alberguen muchas bacterias y pueda causar infecciones en tu próxima afeitada. En su lugar, guarda tu rastrillo con la hoja o navaja hacia arriba, en un vaso pequeño funciona mejor y en un lugar seco (es decir, en un armario, no en el lavabo). Cuadruplicas la vida útil del rastrillo mediante la aplicación de unas gotas de loción a las navajas, después de cada afeitado.