Por lo regular, cada que leemos una noticia sobre la policía es un tema negativo: de corrupción, de violencia, de abuso de poder. Y ya estamos acostumbrados: los vemos como una amenaza y no como alguien que puede ayudarnos.
Sin embargo, afortunadamente siempre hay excepciones, que hacen que este mundo, al menos por momentos, restablezca el equilibrio entre tantas cosas malas que suceden y la esperanza de que todavía se puede confiar y apoyarse en otras personas… aunque sean policías.
Mark Ross recibió una terrible noticia la madrugada del domingo: su hermana Eliza, de 15 años, había muerto en un accidente automovilístico… sin embargo, Mark vive en Indiana y su familia se encuentra en Detroit, que fue donde ocurrió la muerte de su hermana, por lo que le urgía ir a esa ciudad para despedirse de ella y acompañar a su madre.
Desafortunadamente Mark no tiene coche, por lo que le rogó a un amigo que lo llevara de Indiana a Detroit para estar con su familia, a lo que se estuvo negando, pues no contaba con licencia de conducir vigente, aunque luego de los ruegos y al entender la situación desesperada de Mark, accedió a llevarlo.
Como era de esperarse, el conductor iba volando para llegar lo más pronto posible a Detroit, por lo que fueron detenidos por la policía:
“Por supuesto que íbamos con exceso de velocidad, tratando de llegar a Detroit. Y fuimos detenidos en Ohio”.
Joe Gebhart, de la Policía Estatal de Ohio dijo que el sargento David Robison detuvo el vehículo por exceso de velocidad en la carretera interestatal 75, al sur de Piqua, y por desgracia el conductor tenía la licencia suspendida, por lo que “terminó siendo encerrado”. El coche fue remolcado por la policía para resguardarlo.
Mark estaba preocupado porque iría a la cárcel, pero también por una pequeña orden de detención pendiente en el Condado de Wayne, Michigan, pero los funcionarios de allí se negaron a ir a recogerlo debido a la distancia.
Ante esto, Mark dijo:
“Le expliqué al oficial que mi hermana había muerto y que tenía que llegar con mi madre lo antes posible. Me puse a llorar y vio la sinceridad en mi llanto. Él se acercó y empezó a rezar por mí y mi familia”.
Ese oficial, identificado como el sargento David Robinson, de la Patrulla de Caminos del Estado de Ohio, se ofreció a llevar Mark 160 kilómetros a Detroit, dijo Ross.
“Todo el mundo sabe lo mucho que me disgustan los policías, pero estoy realmente agradecido con este hombre. Me dio esperanza”.
El agradecimiento fue tan grande, que incluso el Sargento fue invitado al funeral de la joven, a lo cual acudió para acompañar a Mark y su madre.