Viajar por avión es recomendado como la mejor opción para realizar travesías no solo por su gran rapidez, sino porque también se considera un medio de transporte sustancialmente más seguro en comparación con los viajes en barco o en automóviles. Además, presenta más versatilidad y comodidad. Sin embargo, la confianza que se deposita en los aviones solo alcanza hasta el punto en el que se puede confiar en los pilotos, quienes en general están altamente capacitados y tienen que superar un régimen de entrenamiento estricto y riguroso. Pero no siempre es el caso.
En un reciente incidente administrativo, un vuelo trasatlántico con dirección a la ciudad de Nueva York, iniciando en Londres, llevaba 40 minutos en el aire cuando el copiloto de la nave reveló que no cumplía a cabalidad con los “lineamientos de competencia” vigentes en la aerolínea Virgin, por lo que se tomó la decisión administrativa y operativa de abortar el vuelo en curso, regresar al aeropuerto de origen, encontrar un reemplazo y reanudar el vuelo. Todo el show tomó cerca de tres horas, pero todo está bien, porque no hubo heridos y la compañía de aviación Virgin hasta dijo “lo sentimos”.
Este monigote no la libra…
Debido a un error de registro, el vuelo VS3 de Heathrow, Londres, al aeropuerto JFK, Nueva York, regresó al poco tiempo de despegar el lunes 2 de mayo, para realizar un cambio de tripulación: pedimos una sentida disculpa por cualquier inconveniencia causada a nuestros clientes, quienes llegaron dos horas y 40 minutos después de la hora establecida en el itinerario original del vuelo.
– Declaración del vocero de Virgin Atlantic respecto al retraso de tres horas
Después de haber estado cerca de 40 minutos en el aire, un jet Airbus A330 que salió del aeropuerto internacional londinense de Heathrow dio una media vuelta, de regreso a su punto de partida, debido a que se había revelado que el primer oficial que acompañaba al “experimentado capitán” sería reemplazado para asegurar el “pleno cumplimiento” de los protocolos de entrenamiento de la aerolínea Virgin Atlantic, los cuales “exceden los estándares de la industria (aérea)”.
Nada que temer, todo en orden
Según fuentes oficiales, el incidente jamás representó un riesgo real para la integridad de la nave o para el bienestar de los pasajeros del vuelo (más allá del daño al cumplimiento de su itinerario), porque el miembro de la tripulación que se decidió reemplazar en realidad sí cumplía con los estándares vigentes observados por la ley inglesa, simplemente no había completado la evaluación de vuelo final requerida por su compañía (Virgin).
La organización de monitoreo de seguridad de la industria de la aviación en Reino Unido, la Autoridad Civil de Aviación, dijo que todo estaba en orden y que se le había notificado pertinentemente del error:
Virgin Atlantic nos puso al tanto del incidente. Ambos pilotos estaban adecuadamente acreditados y calificados para llevar a buen término el vuelo.
Entonces ¿porqué la urgencia?
Usualmente, lo que sucede durante un vuelo es responsabilidad compartida entre el primer oficial y el capitán, pero realistamente este último es sobre quien recae el mayor peso de las decisiones y, al parecer, en esta ocasión no quiso arriesgarse a volar con el oficial “inexperto” que habían puesto a su disposición. Si ambos miembros de la tripulación eran capaces, ¿porque cancelar tan abruptamente el vuelo?
Las aerolíneas resienten tener que haber aumentado el periodo de prueba de su tripulación de 250 horas a 1500 horas (seis veces más) a raíz del accidente de 2009 del vuelo aéreo Colgan 3407, donde casi 50 personas (45 pasajeros y cuatro tripulantes) murieron. Las elevadas exigencias han provocado una relativa escasez de personal “calificado” en la industria aérea. Aparentemente, el caso del VS3 fue un incidente administrativo solamente, pero llama la atención la urgencia con que se hizo el cambio de tripulación. Más vale prevenir que lamentar.