Además de los efectos en la salud también se están viviendo las consecuencias económicas que trae consigo la pandemia provocada por el Covid-19, y es que se cuentan por miles las personas que se han quedado sin empleo por los negocios que han cerrado sus puertas alrededor del mundo, lo que pone a estas personas ante una situación que puede ser desesperada, pero ahí es donde surge la creatividad y las ganas de salir adelante a pesar de lo difícil que luce todo en este momento.
Felipe Perch tiene 74 años y vive en su natal Mérida, Yucatán, México donde tenía ya un buen tiempo trabajando como vigilante a la entrada de un fraccionamiento privado, pero por su edad decidieron que no debería de estar expuesto a contagiarse de Covid-19, por lo que lo mandaron a su casa. El problema es que no lo enviaron a su hogar y le siguen pagando, sino que lo despidieron, así que tuvo que encontrar la forma de garantizar un ingreso para cubrir sus necesidades básicas.
Con el paso de los años aprendió a trabajar con aluminio y fabricar jaladores, como se les conoce popularmente a los artefactos que sirven para limpiar vidrios y ventanas, así que empezó a trabajar en ello y así buscar ganar algo de dinero. Su nieta, Karina Matu fue quien compartió la historia de este hombre a través de redes sociales y además informó que estos productos se hacen a la medida que pida el cliente, y por supuesto “salen muy buenos”.
Luego de ver una fotografía de estos artículos, Felipe pensó que sería una buena idea dedicarse a fabricarlos y venderlos. Aunque nunca había hecho alguno se aventuró y al parecer no le ha ido mal, gracias a que su nieta compartió su historia, así que como suele ocurrir se unió la comunidad en internet y empezaron a hacer sus pedidos para ayudarlo y reconocer su esfuerzo, lo que sin duda sorprendió a este hombre y lo tiene mucho más tranquilo.
No creí que fuera tan grande el alcance, pero a Dios le damos gracias por poner siempre los medios para salir adelante.
-Karina Matu
Este es uno de miles de casos en los que una persona, después de años de esfuerzo simplemente se queda sin trabajo, y si de por sí es complicado tener un nuevo empleo, para un adulto mayor lo es mucho más, así que aplaudimos la iniciativa de Felipe y esperamos que su nuevo negocio siga marchando bien para que no pierda su independencia y sea capaz de solventar los gastos que tiene. Sin duda se ha convertido en un ejemplo a seguir y por ello la comunidad en internet lo ha apoyado.