Mientras trabajaba en su jardín, en el pequeño pueblo de Bad Müenstereifel, en Alemania, un anciano de 82 años se llevó la sorpresa de su vida, ya que después de 3 años encontró una de sus posesiones más preciadas: ¡su anillo de bodas!
Lo extraño es que lo encontró alrededor de una zanahoria que acababa de cultivar, y por supuesto que esto lo llenó de emoción, ya que es un recuerdo de su esposa.
Días después de celebrar sus bodas de oro (50 años de matrimonio), este hombre se dio cuenta que había perdido su preciado anillo, y como ni él ni su esposa tenían alguna pista de dónde pudo haberlo perdido, empezaron una búsqueda por toda la casa.
Sin embargo, esta búsqueda no tuvo ningún resultado. Su esposa, con toda esperanza, le dijo que tarde o temprano tenía que aparecer en algún lugar. Y sí, pero jamás se imaginó que ese lugar sería adherido a una zanahoria.
Tristemente, dos años después de la desaparición del anillo, su esposa murió. Por lo que durante 6 meses, no tuvo fuerzas ni ganas para buscar, pues sin su compañera para ayudarle, no era lo mismo.
Pasados estos seis meses, recuperó la confianza en que podría hallarlo, ¡y sucedió!, pues lo encontró mientras trabajaba en su jardín, al sacar una zanahoria por fin lo encontró…
Esta historia es fantástica, pues quién se podría imaginar que el anillo regresaría en una zanahoria… Lo que sí nos queda muy claro es que se confirma ese dicho: “cosechas lo que siembras”.