Para correr en un maratón se necesita una gran condición física lograda a base de entrenamiento o, en este caso, haber perdido una apuesta y tener más fuerza de voluntad que energía en las piernas.
Desde hace cuatro años, Ian McNamara participa con sus mejores amigos en una serie de apuestas en el juego Football Fantasy. Cada año hay un horrible castigo para el apostador que temine en último lugar; en esta ocasión Ian fue el perdedor y el reto que tuvo que cumplir fue correr un maratón, ¿muy fácil, no creen?
Tal vez ustedes han participado en estas carreras de resistencia y saben que es una difícil prueba para quienes no tienen una buena condición o les falta entrenamiento. Así fue el caso de Ian, pues en todos sus 26 años de vida nunca se había interesado por el ejercicio.
El reto a vencer era el Maratón Hamilton Nightglow 2018 en Cincinnati, Ohio; 42 kilómetros a recorrer en seis horas. Ian solo había corrido una vez cuatro kilómetros cuando estaba en la escuela y no tenía ninguna clase de entrenamiento.
Cuando le impusieron este castigo, él tuvo muy claro que no valía la pena prepararse:
Desde que supe lo que tenía que correr, se convirtió en una cuestión de orgullo. Concluí que de ninguna manera iba a terminar el recorrido, así que al menos no me avergonzaría a mísmo entrenando y luego fracasando.
Ya se había rendido desde antes de comenzar a correr y el día del maratón sus amigos lo acompañaron. La carrera comenzó a las seis de la tarde y acabaría a medianoche.
Las apuestas comenzaron entre sus camaradas y aunque todos tenían diferentes pronósticos acerca del momento en que Ian se detendría, ninguno dudó que no terminaría el maratón.
Incluso el mismo Ian estaba preparándose para rendirse mientras trotaba, pero encontró una buena motivación para continuar:
Literalmente, todo el maratón estaba contando los segundos para tirar la toalla, pero a menudo fantaseaba y me preguntaba ¿no sería muy divertido si terminara? Irónicamente, lo que me mantuvo trotando fueron las apuestas que hicieron mis amigos. Su certeza por mi fracaso, me espoleó hacia adelante.
Ian venció a todos los pronósticos y terminó la carrera… en cinco horas y 58 minutos. Cruzar la línea de meta fue uno de los momentos más surrealistas que experimentó y en cuantó llegó se tendió en el suelo para descansar.
Un paramédico se acercó para verificar que estuviera bien y sus amigos lo ayudaron a levantarse. La fotografía que muestra a Ian en brazos de sus camaradas fue publicada en las redes sociales y se convirtió en un éxito lleno de felicitaciones y muestras de respeto.
Esta varón cumplió su palabra y, por supuesto, lo celebraron yendo a un bar para brindar con una cerveza, la mejor que Ian probó en toda su vida. Este es el video del glorioso momento que terminó el maratón:
https://www.youtube.com/watch?v=CDswKaMVKLk