Andrew y Kristy Mackenzie tenían 37 años de casados, se conocieron en 1984 y, desde entonces, formaron una vida juntos. Un año después eran un matrimonio feliz en el que tuvieron hijos y más tarde, nietos. Ambos viajaron por el mundo, disfrutando de los paseos en moto. Los Mackenzie, finalmente, se asentaron en el condado de Augusta, en Virginia, Estados Unidos.
Para el Día del Padre de 2022, la familia decidió celebrar a los papás de la familia en la casa de una de las hijas de la pareja en Grottoes. Andrew y Kristy subieron a su motocicleta y emprendieron el camino. Después de algunos minutos de conducir, Andrew pudo ver a su hija y su nieta. Las saludó desde su vehículo y… fue todo lo que recuerda de ese día.
Un automóvil que iba por una calle perpendicular se pasó la señal de alto. La motocicleta impactó en el costado del auto y el matrimonio salió expulsado. Con heridas graves, ambos fueron traslados a un hospital vía aérea, donde los doctores dieron el primer diagnóstico a Kristy:
Mi cadera fue un factor enorme. Tenía siete costillas rotas. Tuve una escápula rota y una conmoción cerebral leve. Han sido tantas pequeñas cosas que no te habrías dado cuenta. [Mi] pulmón también estaba desinflado.
—Kristy Mackenzie para NBC29
A Andrew no le fue mejor, pues tuvo una fractura nasal, conmoción cerebral, sangrado en la cabeza. Además, se rompió la escápula izquierda, cuatro costillas y tuvo un pulmón colapsado. Su pelvis también estaba rota, tenía sangrados internos y dos de sus vértebras habían sucumbido. Pero eso no fue lo más grave, ya que al despertar, pensaba que era 1993.
No recordaba los últimos 29 años de su vida, su esposa y sus hijas Lorelai Mentzer y Amanda Mackenzie estaban sorprendidas. Cuando su padre despertó, creyó que ellas eran enfermeras, no podía recordar su nombre, pero en su mente estaba la única persona a la que deseaba ver: su esposa.
Su ansias se apaciguaron cuando vio a su esposa de frente, sentada en una silla de ruedas. Empezaron a hablar y él, a recordar. Después de que pudieron pasar una noche juntos, Kristy supo que aunque iba a ser difícil, la memoria de su marido se iba a recuperar, al menos progresivamente y a chispazos.
Fue increíble porque, en 24 horas, le estaba pidiendo a nuestra hija que trajera su billetera. No había pensado en eso en absoluto. Pidió un ‘mooch’, así es como pide un beso. Cuando me pidió eso, supe que lo recuperaría. Estuvo aquí y realmente progresó desde allí.
—Kristy Mackenzie
A pesar de que la memoria de este caballero era borrosa, el amor a su esposa era algo seguro que quería afianzar, por lo que semanas después, repitió la propuesta de matrimonio, aunque ya tuvieran 37 años juntos. La pareja volvió a tener sus votos de amor.
Andrew ha recuperado su vida y tanto su salud como estado físico han mejorado, incluso pudo volver a trabajar y está entrenando para el Rocktown Turkey Trot, que se celebra anualmente en Harrisonburg.