Si se trata de darle una lección a un adolescente bully, este padre alfa dejó de lado las terapias psicológicas y solamente requirió una cartulina blanca y un plumón negro para corregir a su muchacho.
Hace años el mal comportamiento de los niños se solucionaba con el poder de una chancla. Pero con el paso del tiempo y la aplicación de políticas más humanistas, los padres de familia han tenido que recurrir a otros métodos físicamente menos violentos para cambiar las malas conductas de su descendencia.
Michael Yager es un padre de familia residente en Florida que descubrió que su hijo, Jacob, de 13 años era el clásico chico abusador en la escuela secundaria New Smyrna Beach, y decidió hacer algo al respecto. Algunos padres obligan a sus hijos a disculparse con sus víctimas y otros los obligan a correr bajo la lluvia.
Pero la solución de Michael fue más simple y efectiva. Tomó una cartulina blanca y en ella escribió la frase “Soy un abusador. Toca la bocina si odias a los abusadores”. Michael le dio la cartulina a Jacob y lo llevó a una concurrida esquina cerca de la Ruta Estatal 442 en Florida, para que estuviera mostrando el cartel a todos.
No tomó mucho tiempo antes de que las personas comenzaran a hacer sonar las bocinas de sus coches al pasar junto a Jacob. También algunos se detuvieron para charlar con Michael y su hijo. Incluso los oficiales de policía que pasaron por el lugar felicitaron a este padre alfa.
Pensé que le enseñaría una lección que lo avergonzaría y lo haría sentir como se sienten los niños. En mi mente estaba haciendo lo correcto, pero supongo que no puedes complacer a todos.
Los que se molestaron con Michael creyeron que su manera de castigar a su hijo no era muy ortodoxa, pero a pesar de eso el método dio resultado pues el mismo Jacob reconoció que sí se sintió nervioso y avergonzado.
En un mundo de abusadores hay que encontrar nuevas maneras de corregir a la juventud y Michael tuvo éxito con una idea sencilla y práctica.