Si para un adulto el horror de vivir una guerra es enorme, imagínate para un niño que no tiene ni idea de lo que pasa y en ocasiones tiene que olvidarse de los juegos para permanecer refugiado.
La situación en Siria es complicada, pues ya son varios años en los que este país es una zona de combate y el riesgo de morir es latente.
Confiado en que en algún momento los constantes combates terminen, Abdullah Abu Salva decidió que su hija Selva, de cuatro años, no creciera con todas esas imágenes de tristeza y horror, así que al más puro estilo de La vida es bella le enseñó un método.
No es algo tan complicado: le dijo a su hija que cada vez que se escuche la detonación de una bomba, debe reírse. Con esto pretende hacer que la niña crezca sin temor y que aprenda a que no todo lo que cae del cielo es malo.
Incluso ha grabado algunos momentos y los comparte en redes sociales, donde ya tiene miles de seguidores.
Un padre sirio, Abdullah Abu Salva, ha inventado un juego para que su hija no tenga miedo cada vez que caen bombas: se ríen con cada bomba para protegerla de "crisis psicológicas"
Hay personas que hacen magia en un ambiente negro. La vida es bella cuando hay inocencia. pic.twitter.com/xQUJVwR9xV— Ibon Perez (@IbonPerezTV) February 17, 2020
Abdullah le dice a su pequeñita que las explosiones que escucha son producidas por “armas de juguete” y que todo se trata solamente de un juego, esto con la finalidad de no provocar crisis ni un trauma sicológico en ella.
Tal vez para algunos es algo extraño el que una niña se ría de las bombas, pero la situación de verdad es difícil, así que se buscan las soluciones como sea, con tal de vivir de la manera más tranquila posible. Es una historia que enternece y da tristeza a la vez.
Esta historia nos recuerda la película de La vida es bella, y como siempre, que la realidad supera siempre a la ficción.