Uno podría pensar que la libertad de expresión debe estar por encima de todo lo demás, pero a veces los padres se pasan de libres y creativos al bautizar a sus hijos, lo que ha llevado a interminables debates sobre aquello que se vale a la hora de nombrar a un pequeño. A pesar de que el padre sí debe tener libertad para otorgarle un nombre a su bebé, en ocasiones, su punto de vista no coincide con el del resto del mundo, que podría ridiculizar a sus hijos debido a su apelativo.
Un ejemplo de ello es Jamesey Bolivar Maribojo, un consultor en Dávao, Filipinas, quien decidió nombrar a su hijo en honor a la serie shounen japonesa Naruto, imponiéndole el nombre Naruto Uzumaki Namikaze, una síntesis del nombre del protagonista (Uzumaki Naruto) y del legendario padre de este, el cuarto Hokage (Namikaze Minato). El nombre es inconveniente, por decir lo menos: es largo y fácilmente objetivo de burlas, pero el papá se declara satisfecho y no se arrepiente de nada.
Jamesey, padre de Naruto
Jamesey, de 29 años, es padre soltero. Probablemente, esa “falta de madre” es lo que hizo posible que el tipo se saliera con la suya al nombrar a su hijo con el kilométrico nombre. El apelativo es tan largo que ni siquiera el señor se digna a decirlo completo, usualmente solo llama a su pequeño “Naruto”.
En un inicio, la gente no creía que ese (Naruto Uzumaki Namikaze) fuera su nombre, pues yo solía llamarlo Naruto. Muchos llegaron a preguntarme (incrédulamente) si en realidad (ese ‘chorizo’) era (su nombre completo).
Es legal, pero…
Antes de que su madre y yo nos separásemos, estuvimos de acuerdo en llamarlo Naruto. Pero eso no bastó para mí e incluí el apellido de la madre (del personaje) y también el apellido de su padre, Namikaze Minato. Así, mi hijo terminó con el nombre Naruto Uzumaki Namikaze Patik Maribojo.
Aunque la madre de Naruto Uzumaki Namikaze Patik Maribojo estuvo de acuerdo en nombrarlo “Naruto”, el papá lo tomó como un cheque en blanco para ponerle el nombre que se le pegara la gana. En muchas ocasiones se han prohibido ciertos nombres para proteger los intereses de los pequeños, pero aparentemente este nombre pasó “por debajo del radar” del juez que lo aprobó… o simplemente tenía tan poco criterio como el padre.
A su familia no le gustó para nada
Entre los argumentos de la familia de Jamesey para protestar por el nombre que le puso a su hijo estaban la impráctica longitud del nombre (el muchacho iba a batallar para aprenderlo y escribirlo, dijeron) y que podría ser objetivo de burlas y bullying en la escuela. Sin embargo, ninguna de esas razones le pareció suficiente al padre.
No solo se muestra sumamente satisfecho de haber nombrado a su hijo en honor al personaje japonés de ficción, quien es un niño huérfano que crece para cumplir sus sueños, sino que “amenaza” con llamar a un hipotético próximo hijo Sasuke Uchiha, como el rival y virtual hermano del protagonista del manga. Por cierto, Sasuke es un fratricida que sufrió de abuso infantil. Ojalá Jamesey no se salga con la suya… otra vez.