April Neubauer llegó junto a su pareja al hospital de Wisconsin para dar a luz, pero las cosas se complicaron cuando se le presentó una preeclampsia y tuvo convulsiones, lo cual obligó a que los doctores le practicaran una cesárea, para salvaguardar su salud y la de su bebé.
Todo parecía ir mejor, pero al día siguiente, April volvió a sufrir convulsiones y fue trasladada a una zona donde recibiría un tratamiento especial, dejando así a su pequeña hija a cargo del cuidado de los médicos y de su esposo Maxamillian Neubauer.
De esta manera, Maxamillian se tuvo que hacer cargo de amamantar a su pequeña hija, pues necesitaba leche materna en sus primeras horas de nacida. Cuando le hicieron la propuesta, el padre de la pequeña dijo que su gran sentido del humor le permitió estar abierto y sin complejos hacia el hecho de amamantar y no tuvo ninguna dificultad en decidirlo.
La enfermera dijo que teníamos que darle una fórmula y hacer algo con los dedos para la alimentación, algo para empezar. Entonces la enfermera me preguntó si tal vez me gustaría ponerme un pezón y hacer un verdadero amamantamiento. Como soy un gran bromista y tengo la capacidad de probar casi cualquier cosa al menos una vez, dije: ‘Seguro, por qué no’.
Maxamillian dice que la idea nació del equipo médico cuando estos le entregaron a su hija y él se quitó la camisa para sentirla piel a piel, entonces las enfermeras le ofrecieron amamantarla mediante un pezón falso conectado a una jeringa con fórmula, pues los bebés que nacen por cesárea necesitan nutrirse rápidamente.
Las enfermeras quedaron encantadas, pues Maximillian era el primer hombre que aceptaba la técnica y así se hizo. Él tomó a su hija que pesaba 3.6 kg entre sus brazos y la alimentó. El orgulloso padre de 29 años cuenta que su suegra no podía creer lo que estaba viendo, pero que él sintió una conexión especial con su hija de inmediato.
Sentí una conexión desde el momento en que vi a mi hija. Espero poder abrazarla y ayudarla a amamantar. Realmente lo hice solo para ser un buen papá y por ayudar al personal de enfermería, porque son superhéroes. No se puede pedir a nadie mejor.
Maxamillian compartió las fotos del momento especial en redes y se volvieron virales en cuestión de minutos. Ahora dice que quiere seguir ayudando a su esposa April con la difícil tarea de alimentar a su bebé.