Los accidentes le pueden pasar a cualquiera, por eso es importante contar con el apoyo de alguien cuando no sabemos cómo reaccionar ante la tragedia, pero en este caso lo que sorprendió a todo el mundo fue que la persona que estuvo afectada por el incidente consoló al responsable para que se sintiera mejor.
Un hombre conducía por las calles de Guaratuba, en Curitiba, Brasil, y al dar vuelta en una esquina, de pronto apareció una niña de 10 años, quien iba corriendo tras una pelota. El conductor no pudo detener el vehículo a tiempo y la arrolló. Al contrario de lo que otros harían, este hombre se detuvo y bajó del auto para ver cómo estaba la pequeña, que de acuerdo a medios brasileños, se llama Hagatta.
Los testigos afirmaron que se trató de un accidente y que la niña fue quien se atravesó. Además, el conductor bajó del vehículo y empezó a llorar arrepentido al ver la escena. Sin embargo, lo más sorprendente fue cuando apareció el padre de la menor, ya que cualquiera esperaría que se fuera directo hacia el hombre que atropelló a su hija para reclamarle, pero al darse cuenta de que él no tuvo la culpa y que lloraba tristemente, decidió consolarlo.
A través de redes sociales, millones de personas se conmovieron con estas imágenes, porque siempre es fácil opinar, pero cuando una situación nos afecta directamente, es más difícil actuar con calma y empatía hacia los demás, por eso el padre de Hagatta se convirtió en el ejemplo de lo que es un verdadero hombre.
Vi sinceridad en su corazón. No era el momento de pelear, teníamos que abrazarnos y ayudarnos. No tengo que perdonarte, ¿le pegaste a mi hija porque querías? No fue porque quisiera, fue una fatalidad. Entonces lo único que les pido, de corazón, es que oren. Recen por mi hija, para que salga bien y sobreviva.
-Padre de Hagatta
Al inicio, el estado de salud de la pequeña se reportó como grave. Sin embargo, parece que todo mejoró. Además, se sabe que los dos hombres estuvieron al pendiente de ella, acompañándose como amigos a la espera de que todo salga bien. Las autoridades no levantaron cargos en contra del conductor, ya que no estaba ebrio, no iba a exceso de velocidad y los testigos afirmaron que no tuvo la culpa.