Un pequeño estudiante de ocho años en Green Bay, Wisconsin, pudo haber pasado uno de los peores cumpleaños de su vida si no hubiera sido por el oficial de policía Darryl Robinson.
Este agente se merece todo el respeto del mundo por haber invitado a Mcdonald’s al pequeño.
El chico había pasado el 23 de octubre en su escuela y todo parecía que iba a ser un día normal de clases. Pero al salir, las cosas iban en picada para este pequeño varón.
Como clásica escena de película, el niño se quedó esperando a que alguien pasara a recogerlo pero nadie llegó por él. El personal de seguridad de la escuela se acercó a él y descubrieron que además era su cumpleaños.
Al intentar localizar a alguno de sus familiares, el personal de la escuela descubrió que solo tenía un tutor registrado y que estaba cumpliendo condena en prisión.
Desconcertados, decidieron llamar a la policía. La situación empeoraba, pero el oficial que atendió el llamado, Darryl Robinson, llegó para mejorar el día.
El oficial Darryl le ofreció al chico dar un paseo en su patrulla. Mientras paseaban el oficial logró conseguir el número de teléfono del abuelo del niño. Al llamarlo, el oficial Darryl le pidió permiso para llevar al niño a comer a McDonald’s.
Ya con el permiso de un familiar del cumpleañero, el oficial Darryl llevó al chico al restaurante de comida rápica, en donde les ofrecieron cupones de comida. Al terminar, el oficial y el niño siguieron con el paseo y al final del día, llevó al niño con su abuelo.
La policía de Green Bay agradeció en su cuenta de Facebook a la cadena McDonald’s por haber tenido ese gran detalle con el chico del cumpleaños. Después de que la noticia se hizo pública, las personas enviaron sus saludos y muestras de respeto al oficial Darryl:
Gracias oficial Robinson por tratar al niño como un ser humano, cuando sus padres están pasando un mal tiempo.
Un merecido aplauso a este oficial que salvó el día de un pequeño desafortunado, y que recibió el mejor regalo en su cumpleaños: un gesto de calidez humana.