Vivimos en un mundo que avanza rápidamente, un mundo avaricioso donde lo que importa es el dinero y, aunque no hay nada malo en eso, está bien detenernos de vez en cuando, mirar a nuestro alrededor y tenderle la mano a los que menos tienen. Es nuestro deber como seres humanos.
Muchos no lo entienden, pero quien sí pone en práctica su valor cívico y humano es Joshua Coombes, un peluquero londinense que de vez en cuando toma tiempo libre de su barbería y viaja por el mundo ofreciendo cortes de cabello gratis a hombres y mujeres sin hogar.
El día de hoy compartiremos con ustedes algunas de las transformaciones que desinteresadamente regala a las personas necesitadas. Lo mejor es ver la cara de todos ellos después de ver su cambio, ¡no tiene precio! Tal vez la historia de Joshua te inspire a ayudar a personas vulnerables.