Antaño, era común que un hombre tuviera un tarjetero o una agenda en su escritorio, con todos los números telefónicos de sus familiares, amigos, conquistas, prospectos, clientes y demás.
Ahora, con la nueva tecnología, todo esto lo podemos tener en nuestro teléfono celular. Pero, ¿qué números debemos tener? Obvio, los de las chicas, la familia, amigos. Bien… pero hace falta algo más, pues la vida plantea conflictos que nosotros n0 somos capaces de resolver: necesitamos un mecánico; un peluquero; un abogado; un médico .
Muchos podrán decir que no es necesario tener los números de gente que preste servicios o realice algún trabajo, ya que basta con entrar a Google y aparecerán todos… pero, momento: no solo necesitas esos servicios; requieres que los haga alguien de confianza.
Así que, te presentamos una lista de personas -de confianza- a las que necesitas en tu lista de contactos para cualquier cosa que pudiera suceder:
1. Abogado
A diferencia de las demás personas que se van a presentar aquí, de los cuales solo necesitas un solo número, probablemente necesitarás varios números de abogados en tu lista de contactos, dependiendo de las circunstancias. Algunos abogados tendrán múltiples especialidades, y otros trabajarán en empresas que pueden ofrecerte varios servicios, pero a menudo se necesitan múltiples contactos en esta área: un abogado penalista, un abogado en asuntos familiares (si te estás divorciando), un abogado en cuestiones empresariales.
Incluso si no sabes a qué abogado recurrir, mantener contacto con al menos uno te será muy útil. Probablemente él te orientará para encontrar al especialista adecuado, de acuerdo a la situación en la que te encuentres.
Por otra parte, muchas personas se sienten intimidadas por los abogados y se ponen ansiosas ante cualquier cuestión legal, pero tener a un abogado de confianza te dará la libertad de, simplemente, hacer una llamada telefónica cuando algo potencialmente peligroso se presente en tu vida. En lugar de buscar a través de internet, podrás estar seguro de que tienes un contacto de confianza que te guiará en la dirección correcta.
Por favor, aléjate de los abogados que se anuncian en televisión y dicen que pueden solucionarlo todo. Al igual que con todos los demás profesionales que figuran a continuación, lo mejor que puedes hacer para encontrar un buen abogado es preguntar entre amigos y colegas. Cuando encuentres algunos contactos, no dudes en entrevistarte con ellos. Pregúntate: ¿sus personalidades coinciden? Los asuntos legales son a menudo personales, incluso cuando se trata de cuestiones empresariales, por lo que no necesitas a tu lado a alguien que te molesta. ¿Están dispuestos a trabajar contigo y enseñarte, en lugar de solo cobrar por cada minuto de conversación y consejos dados?
Si bien te puede llevar algún tiempo, encontrar un buen abogado es, sin duda, algo que vale la pena a largo plazo.
2. Contador
En la mente de muchas personas, un contador cae en la misma categoría atemorizante que un abogado, y esto es porque tienen que lidiar con cuestiones que pueden tener efectos desastrozos, cuando no se realizan de forma adecuada. En el caso de los contadores, se trata de tus impuestos y procedimientos financieros.
A pesar de que actualmente abunda el software para pagar impuestos, lo que hace que sea fácil realizar tu declaración por tu cuenta, es probable que valga la pena buscar a un profesional, incluso si tus finanzas son sencillas. Esto te ahorrará dinero en tus declaraciones, lo que compensará fácilmente el pago al contador.
Con mayor razón, si tienes una situación financiera complicada (¿eres empresario? ¿divorciado? ¿tienes que pagar por el cuidado de los niños o en cuidar de tu salud? ¿otro escenario de este tipo?), definitivamente debes tener un profesional a tu lado, en lugar de, penosamente, tratar de manejar tu situación fiscal por tu cuenta. Un contador profesional no solo te ahorrará dinero, sino que también te puede asegurar que no estés haciendo nada ilegal, lo que te quitará una carga de estrés importante de los hombros.
No vayas a un centro comercial o cualquier lugar donde publicitan que pueden ayudarte con tus impuestos. Probablemente harán bien su trabajo, para asegurarse que regreses y sus rendimientos sigan subiendo, pero por lo general, no van a dar la cara por ti en caso de problemas, ni pensarán en formas creativas para que ahorres dinero de tus impuestos. Los empleados de estos sitios suelen estar mínimamente preparados, y en realidad son entrenados para conseguir que el mayor número posible de clientes regrese. Así funcionan las cosas.
Pide referencias a compañeros de trabajo y vecinos, y también busca en los directorios en línea como Yelp, Angie y el Instituto Americano de Contadores Públicos. Cuando encuentres a alguien, pide referencias, licencias, certificaciones, y pregunta sobre las áreas en que se especializan; por ejemplo, si eres propietario de una pequeña empresa, es obvio que quieras encontrar a alguien que sea experto en ese campo en particular. Está bien confiar un poco en tu intuición para encontrar al candidato ideal.
3. Barbero
La mayoría de los hombres se conforman con que alguien les corte el pelo en cualquier peluquería, por la que pasaron por casualidad, y aceptan cualquier cosa que el barbero tenga para darles.
Una ruta mejor, sobre todo al salir de la universidad y comenzar a preocuparte de forma más seria sobre la importancia de tu apariencia, tanto en tu carrera profesional como en tu vida amorosa, es desarrollar una relación a largo plazo con un barbero de calidad, que pueda llevar tu corte de pelo a un nivel superior.
Convierte en un hábito ir a una barbería local y establecer una relación con un barbero especialista en cortes de cabello para hombres, ya que te puede ayudar a determinar el estilo que deseas, y llegarán a descubrir el corte que es solo para ti, a lo largo de muchos ensayos, claro.
Tu barbero de cabecera no solo te cortará el cabello, por lo general tendrás una buena conversación, una afeitado al ras y una toalla caliente. Según muchas opiniones, tal vez no hay un placer tan especial como visitar a un buen barbero para te afeite y te haga un buen corte.
Además, si aprendes a hablar con tu barbero, no tendrás que recorrer un largo camino para explicarle exactamente el corte que quieres, o que te ayude a encontrar el estilo que deseas, si no estás seguro.
4. Carnicero
En lugar de confiar en los productos del supermercado, que son hechos en serie, debes tener un carnicero de confianza, con el que puedas ir todos los días, o por lo menos los fines de semana, fiestas y reuniones especiales, con quien obtengas carne de calidad y un precio incluso menor de lo que normalmente tendrías en otro sitio.
Te preguntarás si la diferencia en sabor es grande… ¡Puedes apostar a que sí! Esto es como beber una buena cerveza artesanal contra una Budweiser. La Bud está bien, pero si te puedes dar el gusto y una buena bebida es importante para ti, una artesanal siempre será mejor.
En muchos casos la carne de un carnicero local será más cara, pero no siempre es así. Además, pagar uno o dos dólares más por kilo, si obtienes carne de mejor sabor, además de una mayor atención y asesoría sobre lo que estás comiendo, no suena tan costoso. Incluso, a menudo te puedes ahorrar dinero si compras paquetes; por ejemplo, si compras un paquete de carne de res, que incluye filetes, salchichas, etc.
¿Qué es lo que debes buscar en un buen carnicero? Quieres un lugar que compre los animales enteros; de esa manera ellos controlan la frescura de la carne, de una manera que no se puede hacer cuando se compra todo empacado al vacío, a un mayorista. Quieres una persona con la que puedas hablar acerca de dónde vino la carne, y cómo operan las granjas donde fueron criados los animales. Pregúntate ¿cómo es su servicio al cliente? ¿Le puedes hacer una petición como “quiero un buen corte de carne para asarlo a la parrilla, que no me cueste un brazo o una pierna”, o “estoy cocinando para el cumpleaños de un amigo; recomiéndame algo único y especial”, y que su respuesta sea afirmativa e inteligente?
Algunos departamentos de cárnicos pueden satisfacer estos requisitos, pero la mayoría no puede. Este tipo de asesoría de experto, junto con carne de calidad, realmente hará buen juego en tu cocina.
5. Sastre
La clave para verse bien -por encima de todas las características de la ropa- es la forma en que una prenda se adapte a tu cuerpo. El ajuste siempre debe ser tu primera consideración cuando renuevas tu vestuario. El problema es que todos los cuerpos son diferentes y es poco probable que haya un tamaño estándar en un almacén, que encaje a la perfección a cada uno. Por supuesto, la mayoría de la gente no puede permitirse el lujo de tener siempre prendas hechas a la medida. Entonces, ¿qué debe hacer un hombre? Encontrar un buen sastre.
Al momento de comprar ropa a la medida gastarías cifras de tres dígitos por prenda, pero la adaptación de una camisa o un par de pantalones no te costará más de 20 dólares (puede ser más o menos, dependiendo del número de alteraciones que sean necesarias). Es un precio razonable por tener algunas piezas que te ajusten perfectamente.
El tener un sastre incluso te puede ahorrar dinero al adaptarte la ropa usada que ya no te queda; en lugar de comprar una nueva prenda de vestir después de perder o ganar peso, un sastre puede hacerle algunos arreglos para que lo puedas usar de nuevo.
La primera vez que vas con un sastre, con frecuencia te hará preguntas acerca de tu estilo, los accesorios que usas, qué tipo de zapatos tendrás que elegir (luego que altere tus pantalones, por supuesto), etc. Mientras que algunas cosas van a cambiar con cada prenda, un sastre aprenderá a modificar la ropa específicamente para ti, sin necesidad de desmantelarla por completo cada vez que lo visites.
Tú aprenderás sobre los tipos de alteraciones que el sastre puede hacer, en lugar de visitar una nueva tienda cada vez y aprenderán a través del modelo prueba y error.
6. Mecánico
Es difícil encontrar un mecánico que sea bueno, confiable y honesto. Esta es una relación que se construye probando a varios y comparando cómo operan, y por supuesto, el costo. Pero cuando descubres a un buen mecánico, será una relación que deseas mantener. No solo tendrás un buen servicio, sino también la honestidad para que te informe sobre lo que está pasando con tu coche (en lugar de limitarse a argumentos que le sirvan solo para cobrarte más) y si tienes suerte, te enseñará algunas cosas sobre cómo funciona tu coche, para que tú mismo puedas hacer algunas reparaciones.
Cuando encuentres un mecánico que te guste, en lugar de temer por tu próxima visita al taller, lo que puedes esperar es una “lección” sobre mecánica, a demás de saber que no estás siendo estafado. Francamente, se trata de un alivio, ya que en lugar de volverte un manojo de nervios con cada reparación, estarás seguro que se trata de algo realmente necesario. Al igual que con un buen dentista, aprenderás a visitarlo no solo cuando algo va mal, sino simplemente para un chequeo o un cambio de aceite.
Cuando se trata de buscar un mecánico, tendrás que decidir lo que es importante para ti. ¿Cumple con los tiempos? ¿Costo? ¿Está cerca de tu casa u oficina? El mejor mecánico será una buena combinación de estos tres factores, aunque puedes ceder en alguna, siempre y cuando los demás factores cubran lo que tú esperas.
7. Experto en mantenimiento y reparaciones
Es típico escuchar que es casi imposible encontrar un experto en mantenimiento y reparaciones, o un contratista, que sea confiable y con el que te puedas comunicar adecuadamente. Hay un montón de personas que hacen un gran trabajo y lo hacen de manera eficiente, pero no se puede confiar en que aparezcan cuando dicen que lo harán, o en comunicarse de manera efectiva cuando surgen preguntas o se necesita un presupuesto para otro proyecto.
Cuando encuentres uno de estos trabajadores, que además es un as en el departamento de confiabilidad, aférrate a él. Algunos trabajos de reparaciones son especializados (climas, electricidad, fontanería importante, etc.), pero existen todavía un montón de tipos por ahí que pueden hacer un poco de todo. Desde trabajos básicos, como instalar una cerca, a los grandes trabajos como renovaciones totales de un baño, y todo tipo de trabajos entre estos; un buen contratista y su equipo sabrán cómo hacer que las cosas sucedan. También serán honestos cuando necesitan más experiencia o cuando su trabajo no será tan rentable en lugar de contratar a un especialista. Ellos entrarán a tu casa, por lo que debes tener confianza suficiente en que harán un trabajo honesto, incluso cuando estés ausente y ellos trabajen solos en tu hogar, ya sea porque estás trabajando o te fuiste de vacaciones.
¿Cómo hacer para encontrar un buen contratista? Este es un caso en el que es particularmente bueno el que te mantengas alejado de internet. Si buscas “personal de mantenimiento en (agrega tu ciudad)”, esto te llevará a un sitio web con información de contacto de varios trabajadores de esta área. Pero cuando llamas a su número, probablemente se trata de alguien que está pagando por estar en esa red, por lo tanto tiene que cobrarte una tarifa más alta. Si conoces a un agente de bienes raíces, a menudo son una buena fuente, ya que los vendedores necesitan algunos pequeños servicios de reparaciones y mantenimiento. También pregúntale a tus vecinos, ya que seguramente han realizado algún trabajo de este tipo.
Cuando encuentres a alguien que parezca confiable, pide referencias, pregunta acerca de sus conocimientos y certificaciones, así como la disponibilidad que tiene y si está trabajando actualmente en diversos proyectos. Haz una “prueba” con pequeñas cosas a reparar en la casa, antes de pedirle una renovación completa.
8. Pastor/Sacerdote/Guía espiritual
Todo hombre necesita una guía moral y espiritual en algún momento de su vida. Si se trata de una oportunidad para un acuerdo comercial poco ético; un creciente deseo por tener una aventura con una chica; un problema con el consumo de alcohol… o algo menos inquietante, como sentir que no estás dando todo en la vida, en alguna área.
En estos casos debes tener un consejero espiritual o moral al que puedas recurrir.
Ahora, ¿por qué no utilizar a tu pareja o a tu mejor amigo como confidente? En algunos casos eso está bien, pero de vez en cuando se necesita a alguien que sea imparcial. Las parejas y los amigos son, a menudo, demasiado protectores, por el cariño que hay (o en algunos casos desafortunados, demasiado egoístas), para dar consejos producto de la reflexión y la objetividad. Son demasiado cercanos a la situación; mientras que los pastores o los guías espirituales pueden estar cerca, pero se separan lo suficiente de las complejidades de tu vida para ser útiles en tales escenarios.
Si eres una persona religiosa, obviamente deberás buscar un pastor o sacerdote, o quien guíe a tu iglesia. Si no eres una persona religiosa, también debes tener a alguien que te sirva como guía moral y una brújula en tu vida. Tal vez sea un profesor de ética de la universidad, o incluso un pastor de la iglesia que no está tratando de evangelizarte, sino solo darte consejos como un observador imparcial en tiempos de necesidad (muchos pastores tienen aprendices no religiosos. ¡Es una relación que puede y debe funcionar!)
9. Mentor profesional
Los hombres siempre han necesitado mentores en su vida profesional, ya sea para navegar por la políticas de oficina como para ascender en la escala corporativa.
Los tutores son, posiblemente, aún más cruciales en esta época donde el mercado es tan fluido e incierto, el espíritu competitivo es común y los trabajadores a menudo no solo tienen que cambiar de trabajo, sino que se encuentran con carreras totalmente nuevas.
Un mentor profesional te puede ayudar a determinar qué trabajo debes tomar, cuando tienes múltiples ofertas; aconsejarte sobre quedarte o dejar un trabajo; darte consejos sobre cómo solicitar y negociar aumentos y mucho más.
Los supervisores en tu trabajo pueden funcionar como mentores, pero es evidente que podría ser complicado y volverse incómodo muy rápido. Si bien, tener una relación buena y abierta con tu supervisor es algo importante, debes tener gente a tu lado que no solo te ayude porque recibe un pago. Al igual que con el asesor espiritual, deseas una persona que esté un poco separada de los escenarios específicos para que te pueda dar asesoramiento imparcial.
El mentor no necesariamente tiene que ser un anciano; puede ser un antiguo compañero de trabajo al que realmente respetas (o podría ser un compañero de trabajo actual, pero de nuevo, es mejor si esta persona está más separada). También puede ser un exsupervisor, si se trata de alguien respetable y con quien tenías una buena relación; como ya no te supervisa día a día, es probable que pueda actuar de manera imparcial y hablarte de una manera en la que no lo hacía. El mentor de profesional también podría ser alguien que conociste en un evento y con el que entablaste una buena relación, incluso si no está necesariamente en tu campo de trabajo (a veces es incluso mejor ya que puede proporcionarte una perspectiva totalmente diferente) .
Si todavía no lo tienes, ¿cómo hacer para encontrar uno? Puede ser una tarea difícil. En muchos casos solo tienes que esperar el momento adecuado (tal vez te cambiaste de trabajo y puedes utilizar a tu antiguo supervisor), o simplemente trata de establecer una relación con alguien que tiene potencial para convertirse en tu mentor. En general, a la gente no le gusta que se los pide directamente: “¿Puedes ser mi mentor?”. Es raro. Si crees que alguien es un buen candidato, resalta sus cualidades primero. La clave es tu paciencia. Si estás en una búsqueda consciente, tu mentor llegará y es probable que se desarrollen en una relación natural, no en una establecida casi a la fuerza.
10. Vecino que todo lo sabe
Cada barrio tiene uno. Es el tipo de la cuadra que ha estado allí por más tiempo y parece saber casi todo lo que pasa. Además de parecer un sheriff, su conocimiento de los sucesos del vecindario es insuperable.
Probablemente te puede decir qué tipo de árbol está en tu patio delantero, porque él estaba allí cuando fue plantado. Va a regañar a los niños ruidosos que tiran piedras en la calle. Estará ahí para responder cualquier tipo de pregunta que puedas tener sobre las instalaciones de los servicios o la zona en la que viven. ¿Buscas un buen restaurante cerca? Él es el indicado para decírtelo. ¿Necesitas saber cómo afecta el invierno a tu tubería? Ya sabes a quién preguntarle.
Sea o no exactamente tu vecino, es muy probable que encuentres a alguien con estas características a una o dos cuadras de donde vives. Por lo general se da a conocer, ya sea presentándose a sí mismo en cuanto tú llegas, o simplemente empieza a rondar alrededor de tu casa. Hace reparaciones en su cochera, con la puerta abierta, o realiza caminatas frecuentes por el vecindario; estos rasgos son como una marca registrada de este tipo de vecinos.
Mientras que su presencia penetrante puede a veces parecer molesta (porque sabe exactamente cuándo saliste de vacaciones o cuándo estás trabajando desde tu cabeza), también te puede ser extraordinariamente útil. Es como una enciclopedia de tu casa y el vecindario, y siempre está dispuesto a ayudar cuando le preguntes algo.
Conociéndolo (así como a tus otros vecinos), tendrás mayor seguridad. Cuando la gente del vecindario es amable, todo el mundo cuida del otro, especialmente cuando alguien está fuera de la ciudad. Él va a mantener siempre un ojo en tus cosas, incluso si tú no lo pides…
Si ya detectaste a ese vecino que todo lo sabe, en lugar de alejarte, busca una relación con él. Más allá de ser un hombre útil, puede formar parte de tu grupo de amigos en los próximos años (o por lo menos, de tu grupo de póquer).