Aparentemente, a Julián Ramírez nomás no se le da eso de los recursos humanos porque batalla para mantener al talento dentro de su agrupación sonidera, Sonido Pirata. En esta ocasión, “El Nuevo Medio Metro”, Jonathan Uriel, colgó la toalla o, por lo menos, se fue del grupo, quien se queda de nuevo sin su bailarín insignia.
Al ser un reemplazo directo y descarado de José Eduardo Rodríguez, mejor conocido como Medio Metro, Uriel creó su propia reputación, hasta que anunció su retiro de Sonido Pirata para buscar pastos más verdes, lo que fue aprovechado por el bailarín original para lanzar un mensaje mordaz respecto a su antiguo socio y su forma de hacer negocios: “Ya ves: se te van”.
Fuga de talentos: “Síguele así y ni el Bocho se va a quedar”
Aquí hay más evidencias de la forma de hacer negocios de Pirata: él mismo dice que el ‘Cara de Pug’ ya está haciendo sus eventos personales; ya se cansó de los dos mil pesos (106 dólares) que Sonido Pirata le da por cada evento, mientras que Julián Ramírez se queda con más de 10 mil (528 dólares). Tanto Bocho como la Cholondrina se van a cansar pronto de la misma situación. Aquí tienen las puertas abiertas.
– José Eduardo “Medio Metro” Rodríguez
Medio Metro no desaprovechó la ocasión para cazar talentos, pues luego de aseverar que La Cholondrina y El Bocho, los dos miembros más constantes y fieles del equipo de Sonido Pirata, podrían llegar a cansarse de la situación laboral con el sonidista, dejó las puertas abiertas para que hicieran equipo con él. Por otro lado, la nueva bailarina del equipo de Ramírez, “La Pompis”, también se retiró del equipo de Sonido Pirata y cuando explicó porqué, confirmó que sufría maltrato y apenas le pagaban 27 dólares (42 dólares en otras versiones) por bailar en cada evento.
Los “106 dólares de la discordia”
Una buena y respetuosa relación resulta estar llena de ataques e indirectas, pues cuando se trata de hablar el uno del otro, ni Ramírez ni Medio Metro tienen pelos en la lengua. Luego de la partida del bailarín de la agrupación de Sonido Pirata, ambos dijeron que se separaban en buenos términos, pero, desde entonces, las descalificaciones e indirectas entre ellos no han faltado y se han ventilado muchas frustraciones y reclamaciones entre los dos.
Una de las razones que dio Medio Metro para retirarse del grupo fue que había un sentimiento de injusticia por el modo en que Ramírez manejaba el negocio, pues él cobraba todo el dinero del evento y le pagaba “migajas” al resto del equipo, como los famosos 106 dólares que el bailarín usa para burlarse de la partida de Jonathan Uriel de la agrupación del sonidero.
¿A dónde irá “El Nuevo”?
Durante su corta estancia en Sonido Pirata, Jonathan Uriel se hizo de la identidad de Medio Metro e incluso entró en controversias con el bailarín por usar su nombre en programas de televisión y entrevistas después de que “El Original” dijera que había registrado su nombre artístico para su uso exclusivo. El asunto llegó prácticamente a los puños, cuando en redes se propuso que “se armaran los mad*azos” para decidir quién se quedaría con el nombre. La épica lucha por el apelativo nunca se realizó, al menos no en público.
Armando sus propias redes sociales y quedándose con el “nombre” al menos en redes sociales, donde se puede encontrar como “medio_metro_oficial” en Instagram, mientras que “El Original” tiene un nombre en redes bastante menos intuitivo (mediometro_ofi en Twitter), Jonathan Uriel parece estar construyendo su propio negocio de bailarín y animador, por lo que parece que seguirá en el negocio, pero ahora como agente independiente y probablemente seguirá colaborando con su antiguo equipo “en algunas ocasiones”.