Ese sonido de la carne cocinándose en el asador es como una música de placer, y todo lo que está alrededor, como la compañía, los preparativos, una buena cerveza bien fría, son el complemento perfecto para crear una sinfonía única, que nos gusta repetir al menos cada fin de semana.
Si todavía estás dudando si se va a hacer o no se va a hacer la carnita asada, estas imágenes te darán la respuesta indicada (y en el proceso comenzarás a salivar):