La televisión ha sido la gran educadora de varias generaciones y ha ido evolucionando desde los primeros programas que surgieron como herramientas de promoción comercial y propagandística hasta aquellos de difusión científica y educación básica y emocional.
¿Quién dijo que solo muestran basura por televisión? Con acciones rápidas y decididas y la ayuda de su vecino Sam Ebert, los gemelos de 10 años Cristhian y Bridon Hassig pusieron en práctica el procedimiento de reanimación cardiopulmonar (RCP) que presenciaron durante la programación televisiva y con ello lograron salvar la vida de su padre Brad, de 46 años, quien estuvo en riesgo de morir ahogado.
Roce con la muerte
El 14 de junio, los gemelos pasaban un rato de esparcimiento con su vecinito de 11 años, Sam, en su hogar en Mountain Brook, Alabama, mientras su papá realizaba ejercicios de respiración subacuática en su piscina del patio trasero para eliminar algo del estrés que traía a cuestas.
Mientras los jóvenes jugaban, se dieron cuenta de que algo no estaba bien al notar que el padre de los gemelos se hallaba desparramado en el fondo de la alberca. Su vecino fue a verificar el estado del hombre mayor y dijo que lo encontró “convulsionando y con los labios tornándose azules”. Entre los tres niños pudieron jalar al adulto hasta las escaleras de la piscina.
Como en la tele
Con el fin de pedir ayuda, Sam se apresuró a buscar a alguien que pudiera auxiliarlos, encontrando a un conductor que le hizo favor de llamar al 911 para solicitar asistencia médica inmediata. Un vecino que escuchó la conmoción, cardiólogo de profesión, ayudó a sacar a Brad de las escaleras de la piscina.
Bridon, quien no tenía ningún tipo de entrenamiento de emergencia formal, recordó los métodos de auxilio que había presenciado innumerables veces en la pantalla y empezó a realizarle resucitación cardiovascular a su padre: emuló los movimientos que había aprendido de películas como Hook: el retorno del capitán Garfio (1991) y Nuestra Pandilla (1993).
Los héroes
Luego de que que el padre se desmayara, lo primero que recuerda es estar rodeado por una multitud y a su hijo Christian a su lado, suplicando que volviera en sí.
El hombre fue llevado de inmediato a emergencias, a una unidad de cuidados intensivos cardíacos. Ahí fue diagnosticado con hypoxia, edema pulmonar y dificultad para respirar. Luego de 24 horas, sus signos vitales se estabilizaron y fue dado de alta.
Orgullo
El monitoreo de su condición continúa, pero Brad está agradecido por la segunda oportunidad, en especial con sus hijos:
Estoy muy orgulloso de mis muchachos, ya les dije que deben recordar que son héroes y les estaré por siempre agradecido. Salvaron mi vida y lamento haberlos puesto en esa situación, pero es confirmación de que Dios siempre te acompaña.
Según su padre, los muchachos recibirán entrenamiento de RCP formal y han recibido teléfonos celulares en caso de futuras emergencias:
Es tanto una recompensa como una medida para sentirnos más seguros, pues con el 4 de julio en puerta, hay que ser más conscientes de las medidas de seguridad que pueden salvar tu vida.