Las malas condiciones económicas pueden ser una limitante, sobre todo para no continuar con los estudios, y eso es una realidad; pero también puede ser un aliciente para que explores esos límites y tu capacidad de ayudar a los demás.
Francisco Humberto Ventura Velázquez es un niño de 10 años, quien vive en Chiapas y se ha destacado por ser un excelente estudiante, con un promedio de 9.7 (el 10 es el máximo) durante el pasado ciclo escolar; con eso sería suficiente, pero además se ofreció de forma voluntaria a ayudarle a su papá, que es albañil, durante las vacaciones.
Francisco sabe que el trabajo de su padre no es nada fácil, pues requiere de un enorme esfuerzo físico, además de un conocimiento que se refleja en la práctica, que muchas veces no tienen ni los ingenieros, ni los arquitectos.
El pequeño se ofreció a acompañar a su papá porque trabaja mucho para obtener el dinero y pagar los gastos de él y el resto de su familia, aunque esto signifique sacrificar el descanso o los juegos durante las vacaciones, que se tiene bien merecido por su esfuerzo en la escuela.
La jornada diaria de trabajo es de hasta 12 horas, de 8 de la mañana a 8 de la noche, aunque claro, se toma sus descansos y su tiempo para jugar con la arena, con la que construye castillos, y con los demás materiales de construcción.
En entrevista con medios locales, Francisco comentó que su sueño es ser arquitecto o abogado para poder ayudar a su familia en la difícil situación económica en la que viven, y estamos seguros de que lo va a lograr; además, si se dedica a la arquitectura, desde ahora está ganado una valiosa experiencia.
Este pequeño que se ha convertido en un ejemplo a seguir y envió un mensaje a otros de su edad:
Quisiera decirle a los niños que estudien mucho para lograr sus sueños.
No queda más que brindarle una ovación de pie y desearle que logre todo lo que se proponga, con esa dedicación que le ha puesto a los estudios y a su familia hasta ahora. Hacen falta más niños, jóvenes y adultos como él.