Considerado como uno de los padres del rock and roll, Richard Wayne Penniman, mejor conocido como Little Richard, falleció a los 87 años de edad, dejando tras de sí un enorme legado al impulsar la música que vino a revolucionar el mundo y también por ser uno de los hombres que comenzó a romper las absurdas barreras raciales, al ser afroamericano.
Richard nació en Macon, Georgia, el 5 de diciembre de 1932, y en los años 50 ayudó a sentar las bases de un sonido que transformaría la historia de la música, además de tener una notoria influencia en otros estilos, como el soul, el funk y el blues. Su carisma y enorme dinamismo al momento de estar en el escenario fueron definitivos para convertirlo en un ídolo.
Durante décadas fue la influencia de decenas de cantantes de géneros diversos, como el hip-hop. Sus inicios haciendo mezclas de soul, rythm and blues y gospel, pero con una dinámica diferente, le han valido el titulo de “El Arquitecto del Rock”, aunque también se ha dicho que por el color de su piel no alcanzó niveles más altos, como sí sucedió por ejemplo con Elvis Presley.
Su infancia transcurrió en el seno de una familia pobre y numerosa, pero su madre siempre fue su principal apoyo y gracias a ella recibió sus primeras lecciones de piano. Al pertenecer a la Iglesia Adventista aprendió el gospel, lo que poco a poco fue moldeando el sonido que desarrollaría después.
A mediados de los 50 se convirtió en un éxito gracias a la canción Tutti-Frutti, aunque causando una gran polémica por el tono obsceno que tiene la letra de la canción, además de que el término que le da título se asociaba en ese tiempo con los homosexuales. De ahí surgió el éxito, pero se retiró en 1957 luego de que un motor del avión en que viajaba falló y se convirtió en pastor pentecostal.
Para 1962 regresó, alentado por realizar una gira en el Reino Unido, misma que fue apoyada por los Rolling Stones y los Beatles, ya que ambas agrupaciones admiraban a este cantante, lo que de nuevo lo colocó como una superestrella de la música, posición que ha conservado a lo largo de los años, con algunos altibajos por sus problemas con adicciones.
En 1986 formó parte de los primeros ingresados al Salón de la Fama del Rock, y también está en el Salón del Fama de los Compositores, además de recibir una enorme cantidad de premios y reconocimientos por su carrera como músico y también por su contribución para que los músicos afroamericanos obtuvieran mayores oportunidades para grabar y realizar conciertos.
En los últimos años solo tenía apariciones esporádicas y se sabía que lo aquejaban múltiples dolencias, aunque todavía no se conoce oficialmente la causa de su muerte, pero lo que siempre ha tenido es el reconocimiento y cariño de la gente, que a lo largo de seis décadas lo han mantenido en la cúspide, y seguramente ahora lo tendrán como una leyenda de la música.
Además de su carrera musical también apareció en películas y, como había estudiado Teología y era pastor de su iglesia, tenía licencia para hacer matrimonios; de hecho, él casó a Cindy Lauper con su pareja, y también fue quien ofició la ceremonia en la que se casaron Bruce Willis y Demi Moore.
Seguiremos disfrutando de su música, siempre agradecidos por el legado que nos dejó. Descanse en paz el enorme Little Richard.