Después de haber sido internado e intubado en un hospital de Colima por complicaciones del covid-19, el comediante de 55 años murió de un infarto cardiovascular, y los mexicanos están de luto por su partida.
Sammy Pérez, conocido también como el comediante involuntario, fue hospitalizado desde el día 16 de julio en una clínica privada por presentar graves daños pulmonares ocasionados por el coronavirus. A pesar del tratamiento y haber sido intubado, el originario de Puebla no resistió por más tiempo y falleció a las 3:50 a.m. del viernes 30 de julio del 2021.
Su representante dio a conocer la triste noticia a través de las redes oficiales de Sammy, en donde también se estuvo dando seguimiento a su delicado estado de salud. Además de dar a conocer su fallecimiento, se aclaró que por tratarse de un deceso relacionado al covid-19, su cuerpo no podrá ser velado.
Sammy Pérez llegó al hospital no solo con daño pulmonar, también con problemas de baja presión y una vieja lesión renal. Además, era diabético. Todo esto debilitó su organismo y el virus del SARS-CoV-2 fue lo que terminó con su vida. Sus admiradores y colegas comediantes están de luto y expresando su pésame en Internet. Este fue el mensaje de su representante en Instagram.
En la madrugada de hoy a las 3:50 a.m., Sammy Pérez acaba de sufrir un infarto cardiovascular, su corazoncito ha dejado de latir, intentaron hacerle maniobras para salvar su vida pero no pudieron. Descansa en paz, Sammy Pérez. Nos dejas con un vacío muy grande en el corazón.
Sammy Pérez comenzó su carrera como extra en los foros del comediante Chespirito y, posteriormente, tuvo su primera participación oficial en el programa El Calabozo, de Jorge “El Burro” Van Rankin. Conoció a Eugenio Derbez y con su aparición en los segmentos cómicos de “Sección Imposible” y “Entrevista Involuntaria”, en el programa XHDRBZ, se volvió famoso.
Pérez padecía de dislexia que le dificultaba hablar con fluidez, pero fue precisamente debido a su forma de expresarse que alcanzó la fama. Incluso tuvo créditos en la película No se aceptan devoluciones (2013) de Eugenio Derbez.
El comediante involuntario sin duda dejó un vacío en el corazón de sus admiradores y en la historia del humor mexicano. Descasa en paz, Sammy.