Con los amigos de copas puedes pasar ratos amenos y tener conversaciones que van desde temas existenciales, sentimentales y hasta lo más absurdo. Compartir una cerveza puede ser la puerta a recibir una verdadera amistad que dure toda la vida. Eso, claro, si el dinero no es un factor de por medio, ya que nunca se sabe cuándo podrían pasar de ser unos allegados compinches a convertirse en enemigos por unas monedas.
Un par de amigos en Inglaterra tienen un pleito que ya llegó a los tribunales, pues uno de ellos, un hombre millonario, le entregó a su amigo 200 000 libras esterlinas (240 454 dólares) entre 2012 y 2014 para que pagara los gastos de su divorcio y la hipoteca de su casa. Pero tras 10 años, se ha negado a devolverlos porque afirma que había sido un “un regalo”. Ambos se presentaron ante un juez para esclarecer el asunto.
John Rankin Cornforth, de 62 años, conoció a Simon Denyer en la Nochevieja de 1979 y, desde entonces, se volvieron muy cercanos y compañeros de copas, una relación que trascendía a través de los años. John heredó una gran fortuna cuando su padre murió, mientras que la situación de Simon cambió drásticamente, pues tras un desafortunado divorcio, terminó como barrendero del ayuntamiento de Guildford, Surrey, en Inglaterra.
En 2012, John le entregó a su entonces amigo 26 3000 libras esterlinas (87 765 dólares) que fueron usadas para cubrir los gastos del divorcio y, poco después, otras 50 000 libras esterlinas (60 113.50 dólares) para liquidar a su ex, en 2013. Posteriormente, en 2014, le prestó 125 000 libras esterlinas para pagar la hipoteca de su casa en el pueblo de Shalford, Surrey.
Si bien Simon acepta que el dinero para el divorcio fue un préstamo y que la responsabilidad está en devolverlo, dijo que su amigo le dio el dinero para pagar su hogar como “un regalo”. John no está de acuerdo con ello y dijo que todo el dinero que le dio fue en forma de préstamo y exigió que se le fuera devuelto, incluidos los intereses moratorios acumulados por 10 años, con el uno por ciento arriba de la tasa base del Banco de Inglaterra.
Ambos provienen de familias adineradas. Simon es hijo del exalcalde de Elmbridge, mientras que el padre de John se le mencionó en el tribunal como “un hombre rico que lo apoyó generosamente toda su vida”, quien tras morir, le dejó una fortuna de varios millones de libras esterlinas en efectivo y acciones en empresas.
John le dijo al juez que para él, 200 000 libras esterlinas “no es una gran suma”, pero que confiaba en su amigo para que se las devolviera. Sin embargo, la defensa de Simon contestó que aunque para John no era una cifra significante, “para él, que es un barrendero, es una suma enorme” y que su amigo, sabiendo de esa situación, estaba al tanto de que no podría regresarle el dinero.
Sin embargo, John sostuvo que en su caso, ambos habían acordado que el dinero eran préstamos que se pagarían en plazo de diez años. Incluso expuso que Simon tenía la esperanza de que para entonces recibiría una herencia. Aunque hay que destacar que no hubo ningún contrato o evidencia que respalde estas afirmaciones. El millonario explicó que no las hay porque confiaba que su amigo realizaría el pago.
A mi juicio, es intrínsecamente inverosímil que el demandante, aunque en ese momento era un hombre rico, hubiera dado 125 000 libras esterlinas, una suma sustancial, a un amigo, incluso a un amigo cercano.
—Stephen Hellman, juez
Cuando Chris Howitts, abogado de Simon Deyner, cuestionó a John sobre los motivos del préstamo, le dijo que su amigo estaba en una situación financiera desesperada, por lo que el dinero fue un regalo porque era su amigo, a lo que el demandante solamente contestó que “no”.
El juez Hellman dijo que estaba convencido de que ambos hombres entendieron que el anticipo de la hipoteca era un préstamo y señaló que las 125 000 libras esterlinas en adeudo tendrían que devolverse, así como sus respectivos intereses. Además, dictaminó que no se adeudan intereses sobre las sumas que se utilizaron para pagar las facturas del divorcio de Simon Denyer.