No hay duda de que los japoneses son personas de otro mundo con increíbles habilidades: dominan cualquier tecnología, aprovechan cada recurso que tienen y sus mentes trabajan a otro nivel.
Solo que esas enormes capacidades no siempre se usan para el bien, y para muestra tenemos el caso de Yusuke Taniguchi, quien utilizó su prodigiosa memoria fotográfica para robar los datos de 1,300 tarjetas de sus clientes y hacer compras fraudulentas en línea.
Este hombre de 34 años trabajaba medio tiempo como cajero en un centro comercial de Tokio. Cada vez que un cliente le daba su tarjeta de crédito para hacer sus pagos, Yusuke memorizaba en fracción de segundos los 16 dígitos del plástico, la fecha de vencimiento, el nombre de la persona y el código de seguridad.
Él hacía esta asombrosa operación mental y después, en su casa, anotaba la información en un cuaderno. Con estos datos a la mano realizaba compras en internet y las cargaba a la cuenta de los dueños de las tarjetas.
Hasta que un día hizo la compra de dos maletas con un valor de 2,495 dólares y la policía pudo rastrear su dirección. Cuando lo arrestaron, confesó a la policía que todos los artículos que compraba los vendía en casas de empeño para cubrir sus gastos de comida y alojamiento.
Las autoridades quedaron sorprendidas por su memoria eidética, una especie de memoria fotográfica extrema que permite recordar detalles muy precisos de imágenes. La policía confiscó el cuaderno en el que tenía anotados los datos de las tarjetas y ahora están investigando todos los fraudes que cometió.
Los internautas se preguntan cómo a un genio así no se le ocurrió poner otra dirección para los envíos, pero sobre todo se preguntaron qué demonios hace una persona con esa capacidad trabajando como cajero en un centro comercial. Yusuke fue el rain man en versión delincuente y japonés.