En 2012, Martin Shkreli fundó Retrophin Pharmaceuticals, una empresa que se dedicaba al estudio de enfermedades extrañas, y luego creó Turing Pharmaceuticals, que después se llamó Vyera Pharmaceuticals, con fondos de inversión en los que defraudó a muchas personas.
Este hombre, hijo de migrantes albaneses en Estados Unidos, inició desde los 21 años con sus fondos fraudulentos y en determinado momento incluso fue conocido como “El hombre más odiado del planeta”. Ahora está fuera de la cárcel y comparte fotos como si nada hubiera pasado.
Además de los fraudes, a través de Vyera Pharmaceuticals, obtuvo la licencia del Daraprim, un medicamento que se usa para el tratamiento de la toxoplasmosis y la malaria, es decir, ese fármaco puede salvar vidas, pero en lugar de hacer más fácil su distribución, elevó el precio de forma despiadada.
En el 2015, el Daraprim tenía un valor promedio de 13.50 dólares, pero después de que el llamado “Pharma Bro” se quedó con los derechos para su venta, le puso un precio de 750 dólares. Shkreli elevó el precio en un 4000 por ciento, sabiendo que este medicamento es básico para algunos pacientes con VIH y en algunas mujeres embarazadas.
Se estima que durante su actividad fraudulenta ganó unos 70 millones de dólares, pero además de la condena de siete años de prisión, se le obligó a pagar 64.6 millones a las apersonas a las que había defraudado, así que para este tiempo, su cuenta bancaria prácticamente está en ceros.
Shkreli se encontraba en una prisión de baja seguridad en Allenwood, Pensilvania, pero las autoridades confirmaron que ya fue trasladado a un centro comunitario. Además, dijeron que para septiembre estaría totalmente libre, aunque, eso sí, seguiría inhabilitado para participar en la industria farmacéutica.
A hora que ya no está en prisión ha compartido varias fotografías en sus redes sociales, con mensajes como “Salir de una prisión real es más fácil que salir de la prisión de Twitter”. Además, se le ha visto comiendo en restaurantes y paseando en las calles.
A Shkreli se le ve muy contento ahora que está fuera de la prisión. Sin embargo, su mala fama lo perseguirá por siempre y será muy difícil que alguien quiera hacer negocios con él, por no mencionar que se quedó sin dinero. Ya veremos si sigue tan sonriente como ahora.