Mark Bryan es un hombre común y corriente. A sus 61 años, es abuelo, padre y está felizmente casado con su esposa desde hace 11 años. En 2011 se mudó de Texas a una ciudad cercana a Schwäbisch Hall, Alemania, donde se desarrolla como ingeniero en robótica. Además, es entrenador de fútbol, sale a pasear en bicicleta, le gustan los autos rápidos y las mujeres hermosas. Pero eso no es todo, pues también es un apasionado de la moda y disfruta usar falda y tacones en el trabajo.
Bryan comenzó a desarrollar su gusto por los tacones hace 40 años, cuando salía con una chica que tenía su misma estatura (1.80 metros), quien un día le preguntó que si quería usar unos tacones y eso cambió por completo su vida. Esto se convirtió en un gusto que trascendió a su ruptura e, incluso, está presente en su actual vida matrimonial.
De acuerdo a la revista Interview, hace seis años Mark comenzó a utilizar falda y tacones para ir a trabajar. En su trayecto no pudo evitar las miradas de sorpresa con que se le quedaban viendo, pero para este abuelo, ni las miradas ni los comentarios de los demás son importantes.
Estoy en la edad en la que realmente no me importa lo que piense la gente. O les gusto o no les gusto.
En los últimos años, celebridades como Harry Styles, Bad Bunny, Jaden Smith, Vin Diesel, entre otros, han estado en boca de todos por atreverse a romper los actuales estereotipos de género portando ropa diseñada para un uso femenino. Otros artistas de la escena del punk, pop y rock han hecho uso de la falda y los tacones como una expresión subversiva ante el sistema. Tal vez antes de lo que piensas, pues incluso The Beatles impulsó la moda de los tacones bajos en hombres.
Pero Bryan no busca fama ni reconocimiento usando su ropa de diario, sino que él decidió utilizar estas prendas asociadas a las mujeres para enseñarle a las nuevas generaciones a ser libres y felices y que puedan expresar sus gustos libremente.
Uno de los pensamientos más frecuentes al ver a un hombre con falda es pensar que es gay. Sin embargo, para Bryan, esto no representa un obstáculo ni un insulto, pues cuenta con el apoyo de su esposa. Además, es muy sencillo ignorar esos comentarios negativos y críticas cuando hay algunas personas que le dicen que les ayuda a “ver las cosas de la manera en que siempre han querido verlas”.
Ser capaz de ayudar a las personas a superar los problemas que tienen realmente me ayuda más que solo los elogios de que me veo bien. Pero esos también ayudan.
¿Faldas para hombre?
Sí, ya sé, “antes cazábamos mamuts”, pero también usaban falda, tacones, maquillaje y pelucas y no solo eso, fueron prendas que por muchos siglos estuvieron asociadas a la masculinidad y el poder, aunque con el paso del tiempo y las “nuevas corrientes de la moda”, fueron incorporadas a la vestimenta de la mujer hasta que se consideraron prendas exclusivamente femeninas.
Solo hay que recordar las faldas de los soldados romanos, las túnicas griegas, el shenti egipcio o las faldas escocesas. Todas fueron prendas relacionadas con la virilidad, fuerza y riqueza y formaron parte de las tradiciones de su tiempo. Además, eran utilizadas por la realeza, así como por las personas que ostentaban grandes riquezas o poder militar.
Es más, el uso de encajes, sedas, calzado con tacón, maquillaje y demás por parte de los hombres no suponía la adopción de un rasgo femenino, sino la voluntad de manifestar su estatus. Todas estas prendas estaban asociadas a la masculinidad y al poder.
—Federico Antelo Granero
Federico Antelo Granero, profesor de Historia de la Indumentaria en el Centro Superior de Diseño IED Madrid, piensa que no es fácil que los hombres volvamos a utilizar falda. Sin embargo, las mujeres no han tenido inconveniente en adoptar prendas masculinas. Esto se entiende como un mensaje de empoderamiento positivo. En cambio, si un hombre adopta colores o materiales asociados a lo frágil, se puede interpretar como un mensaje de debilidad.
Es posible que veamos cambios en colores, estampados y materiales, pero las morfologías de hombres y mujeres son muy diferentes.
Por otro lado, Casian Moore, un analista de ciberseguridad de 27 años originario de California, señala para Vice que el problema es que la mayoría de las personas “asumen que la expresión de género se alinea con la sexualidad”. Pero esto no quiere decir que el género y la sexualidad estén fuera de la conversación de hombres vistiendo faldas.
Moore se define como un hombre cisgénero heterosexual y le gusta usar faldas por el estilo y la comodidad. Además, piensa que la única razón de que él, así como Bryan puedan usar faldas es por el esfuerzo que ha realizado la comunidad queer.
Los crímenes de odio contra las mujeres trans y otros miembros LGBTQ+ son algo habitual. Espero que el intento de normalizar la moda de género fluido, por parte de una nueva generación de personas, ayude a los miembros LGBTQ+ a sentirse más cómodos al presentar su género preferido en público.
—Casian Moore