Si crees que tu trabajo es aburrido, que nunca pasa nada, presta atención a esto, sobre todo si eres conductor de Uber, pues uno de estos días, la persona que contrate tus servicios puede ser alguien sorprendente…
Y es que uno esperaría que las grandes estrellas de Hollywood tengan sus lujosos autos, con choferes particulares, pero no todos viven con ese glamour: algunos usan Uber, y uno de esos viajes te puede tocar a ti…
Y no solo eso: quien te llamó para que la lleves a algún sitio ¡es nada menos que Margot Robbie!
Mientras estaba en Australia, su lugar natal, para las fiestas navideñas, y usando el nombre de “Sophia”, la bella rubia pidió el servicio de Uber para ir a Gold Coast, junto a su marido, Tom Ackerley.
Robert Bregnsdal fue el afortunado conductor que hizo este trabajo, y esperaríamos que la actriz ni siquiera le dirigiera la palabra; pero no, todo lo contrario, incluso lo invitó a ir de fiesta con ellos…
Si la historia de por sí ya es increíble, más lo fue la respuesta de Robert a la invitación: “No”…
¿Cuántas personas en el mundo habrán rechazado a Margot?
A través de sus redes sociales, Robert comentó:
Juro por dios que acabo de ser el conductor de Margot Robbie… eso, o tiene una gemela.
Manifestó que la pareja había sido muy amable, por lo que dudó que fueran ellos, porque suponía que los famosos “no son tan amables ni tan listos”…
Luego de dejarlos, ella me invitó a la fiesta en una casa, pero le dije que no, porque tenía que ir a ver Star Wars con mis hijos. Su marido se rió entre dientes, así como ‘ja ja, no te das cuenta de quiénes somos’.
Tal vez para sus hijos hubiera resultado más emocionante ver las fotografías de su padre con la famosa pareja, además, esa película la puedes ver cualquier día, y que Margot te vuelva a invitar a una fiesta, es más, que vuelvas a verla en persona en la vida, parece imposible…
Posteriormente, comentó, se arrepintió… se imaginó lo divertido que hubiera sido ir a una fiesta con Harley Quinn, y la increíble historia que tendría, pero ya era demasiado tarde…
Para este conductor, va dedicado el poema Che fece… il gran rifiuto, de Constantinos Kavafis:
A cada uno le llega el día
de pronunciar el gran Sí o el gran
No. Quien dispuesto lo lleva
Sí manifiesta, y diciéndoloprogresa en el camino de la estima y la seguridad.
El que rehúsa no se arrepiente. Si de nuevo lo interrogasen
diría no de nuevo. Pero ese
no -legítimo- lo arruina para siempre.