El encontrar la motivación suficiente para ir al gimnasio es difícil; y más aún, mantener la disciplina para acudir constantemente y cumplir con las rutinas.
Sin embargo, Mak Okun, de 24 años, quien nació sin un brazo, se ha convertido en un ejemplo de tenacidad, pues no ha dejado de vivir lo más normal posible; y esto incluye ir al gimnasio.
Él trabajó junto a la empresa Advanced Arm Dynamics, para crear un aparato que une a su brazo, lo que le permite levantar las pesas y hacer ejercicio como si tuviera dos brazos.
“Desde que nací me falta mi brazo. No me importa, solo tengo una mano, que fue lo que me repartieron en la vida, por lo que la pongo a la obra. Mi prótesis me ha dado completamente el poder de un hombre y me ha ayudado a equilibrar mi cuerpo -antes de que tuviera una prótesis ya estaba entrenando, pero solo era fuerte de mi lado derecho”.
Pero la prótesis de Mak no es la única cosa que le ayuda a ejercitarse, ya que también realiza una estricta dieta que consiste principalmente en carne y verduras. Sin embargo, él parece tener una adicción por la mantequilla de maní:
“Aunque me encanta todo tipo de carne y verduras, yo como mucha mantequilla de maní, y la como como si fuera cualquier postre; es una delicia cada día para mí”.